Sería conveniente que el cuerpo electoral tuviese en cuenta que la clave de bóveda de cualquier nación moderna son los impuestos. Con ellos se sufragan los servicios sociales que disfrutamos y gracias a ellos se sostiene el Estado del Bienestar. Para que esto sea así es necesario que todos paguemos nuestros impuestos. Cómo se recauda y cómo se persigue a los que no quieren hacerlo tendría que ser una de nuestras principales motivaciones a la hora de decidir nuestro voto.