Hierros retorcidos, cenizas y una ilusión rota es lo que ha quedado de la atracción infantil que anoche fue pasto de las llamas en el Paseo de Rojas. Apenas unos minutos fueron suficientes para dejar en situación de siniestro total las instalaciones, compuestas por camas elásticas y que en el momento del incendio se encontraban cerradas al público.
Esta mañana la policía científica ha girado visita de inspección a lo que ha quedado de la atracción. La investigación confirma un problema eléctrico, propiciado por la fuerte lluvia, como causa del fuego. Ayer algunos testigos ya indicaron que pudieron percibir como saltaban chispas en una parte de la instalación. No obstante, fuentes de la empresa han señalado a este periódico su convencimiento de que el diferencial general que proporciona fluido eléctrico a la aracción estaba cortado. Se descarta la posibilidad de un siniestrado provocado que ayer circuló por las redes sociales o la existencia de detenido alguno en relación con este accidente.
Sin apenas poder articular palabra, el propietario, un feriante lucentino que habitualmente se instala en nuestra ciudad cada vez que el calendario lo permite, mostraba esta mañana su pesar por el suceso. Ahora serán las aseguradoras las que deban determinar el importe de los daños, que podrían superar los 20.000 euros, habida cuenta de que parte de la estructura es irrecuperable y todo aquello que podía arder fue pasto de las llamas.
En la tarde de ayer se ponía en contacto con el propietario la concejal de Fiestas, Mar Morales, para trasladarle el apoyo de la corporación municipal. La espectacularidad del incendio y la rapidez con la que acabó con la atracción, han despertado en las redes sociales una corriente de aliento y ánimo a la familia.
