Con la lectura del manifiesto ‘No podrán con la libertad’ y un respetuoso minuto de silencio, el consistorio lucentino se ha sumado a la convocatoria realizada por la Federación Española de Municipios y Provincias como muestra de repulsa y condena a las acciones terroristas que han costado la vida a más de un centenar de personas en la capital francesa.
En torno a 200 personas se ha dado cita en la Plaza Nueva para participar en este acto. El alcalde, Juan Pérez, al frente de la práctica totalidad de la corporación municipal, ha dado lectura a un manifiesto, indicando que "horrorizados por los terribles atentados de París, que condenamos con absoluta y tajante rotundidad, y abrazados estrechamente a las familias de los fallecidos y los heridos y a todos los parisinos en estos momentos tan duros, queremos manifestar, como representantes de los ciudadanos españoles, que quienes desprecian la libertad, la convivencia y la vida, nunca jamás podrán doblegarnos".
Pérez ha indicado que los asesinos y quienes han instigado estos atentados "no podrán con la libertad, no podrán con la democracia, no podrán con el estado de derecho, no podrán con la convivencia. Son nuestros principios, nuestras reglas del juego, nuestra única manera de entender la vida, y entre todos, unidos, lo defenderemos día a día a base de democracia. Y a quienes la atacan, y por tanto nos atacan, les decimos, firmes y unidos, que a base de democracia y libertad les haremos frente y les ganaremos", para concluir manifestando que "juntos, a las puertas de todos los Ayuntamientos de España, decimos bien alto: Todos Somos París".
A la concentración se han sumado también miembros de la comunidad musulmana de Lucena, encabezados por Abdesalam, su representante legal, que ha distribuido una nota de prensa de la Comisión Islámica de España, en la que muestra su consternación por "la ofensiva terrorista, que, perpetrada por criminales y desalmados asesinos, con total desprecio a la vida humana, nos vuelve a golpear, en París, dejándonos conmocionados por sus despreciables asesinatos de numerosas víctimas inocentes, en una sala de conciertos y sus proximidades, un horror que merece nuestra más enérgica repulsa y condena" y reitera "nuestra firme condena a la violencia, al derramamiento de sangre y al odio criminal, que ahonda los conflictos y profundiza las heridas y los rencores, máxime con estos aborrecibles asesinatos, que condenamos y rechazamos con repugnancia".