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El ayuntamiento de Lucena ha decretado un refuerzo de la vigilancia policial en el recinto del mercadillo que se celebra cada miércoles en el recinto ferial, después de que hace dos semanas uno de los vigilantes municipales que se encarga de visitar y cobrar las tasas por la instalación de los puestos de venta ambulante recibiese amenazas por parte de un vendedor, que incluso llegó a amenazarle con un arma blanca.
La noticia la ofrecía ayer el alcalde, Juan Pérez, durante el debate plenario sobre los denominados "servicios especiales" que presta la policía local como refuerzo en situaciones de especial necesidad de personal. Pérez dijo que, al menos hasta que la situación en el mercadillo se traquilice serán cuatro policías locales que refuercen el dispositivo de vigilancia del mercadillo para evitar que este tipo de incidentes pudieran reproducirse.
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