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Vicente Dalda es el nombre de un usuario habitual de la estación de autobuses que ha dirigido al alcalde de Lucena y a la Consejera de Fomento de la Junta de Andalucía una carta en la que se queja de las deficiencias que presenta este servicio, pendiente de una reforma integral sus sus instalaciones que se dilata en el tiempo y que ofrece diariamente una triste imagen de una infraestructura que sigue siendo básica para muchos sectores de la población y que no habla precisamente bien de una ciudad como Lucena.
En su carta, Dalda pone en conocimiento de Ayuntamiento y Junta de Andalucía "las incidencias que se producen con regularidad" y la falta de respuesta y adecuada atención por parte de parte del personal de la empresa Carrera, que gestiona el servicio.
En su misiva, este ciudadano lamenta cuestiones como la "falta permanente de puntualidad en la salida de las líneas, perjudicando a los usuarios y en especial a las personas enfermas que se desplazan a hospitales de Córdoba y tienen cita médica; sin excluir a los estudiantes o viajeros, que deben conectar con otros medios de transporte; o la falta de señalización e información en la dársena desde la que efectúa salida el autobús al que se pretende acceder; creándose un caos y confusión entre los distintos autobuses, provocando confusiones y desplazamientos de los pasajeros de una dársena a otra.
Además, señala anomalías como "la falta de accesibilidad a los servicios públicos, la señalización inadecuada e insuficiente sobre las salidas del edificio, la carencia de extintores y sistemas de prevención de incendios o la venta de billetes que superan en número a las plazas existentes en el autobús" para concluir quejándose por el trato dispensado por parte del personal de la adjudicataria del servicio.
Este usuario considera que "los ciudadanos de Lucena y los que visitan esta población no se merecen este servicio, que desmerece los esfuerzos colectivos por situar a Lucena donde corresponde" y asegura que, "para comprobar los hechos reseñados en este escrito, bastaría personarse cualquier lunes entre las 8:30 horas y las 10:30 horas, observar lo que sucede y preguntar a los viajeros", señalando que "no se trata de un problema cuya solución requiera una gran inversión económica, sino simplemente de la buena voluntad y del esfuerzo que supone implementar una mejor organización de este servicio".
La Estación de Autobuses de Lucena está pendiente de una inversión de 200.000 euros a través del Plan Plurianual de Inversión Local concertado entre el Ayuntamiento y la Diputación Provincial, aunque la obra no estaba contemplada para este ejercicio en el orden de priorización de la media docena de actuaciones incluídas en este programa.
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