El aspecto que ven es el que presentaban esta mañana algunas de las calles del centro de la ciudad. Algún desaprensivo, solo o acompañado, no ha tenido nada mejor en lo que emplear la noche que en volver a causar destrozos sobre el mobiliario urbano. Los daños afectan en esta ocasión a la calle San Pedro, El Peso y Pedro Angulo, en las que buena parte de los arbolitos instalados en las jardineras han sido arrancados y desparramados por el suelo. La misma suerte han corrido los ramos de flores que habitualmente sitúan algunos ciudadanos a los pies del monumento a la Inmaculada Concepción, instalado en el llanete de San Agustín.
Aunque no es la primera ocasión en la que se producen estos hechos, no deja de llamar la atención este tipo de situaciones por lo gratuito e incomprensible de las mismas.
Así pues, trabajo hoy para los jardineros municipales para reponer todo en su lugar y para que la policía de con el autor o autores de unos hechos que vuelven a evidenciar el talante incívico e intolerante de una parte de la ciudadanía.