A raíz del incidente ocurrido el pasado sábado, en el que un médico fue agredido en el centro de salud de la localidad de Moriles, miembros de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se han congregado en distintos centros sanitarios de Lucena, Moriles y Monturque manifestando su condena ante el hecho acontecido.
Abrumados por la agresión sufrida por uno de sus compañeros de profesión durante la realización de una guardia en el consultorio de Moriles, reclaman un alto a la violencia de cualquier tipo y más en concreto al personal del ámbito de la salud.
Apuntan que su labor, un servicio que se presta de forma profesional, intenta satisfacer las necesidades sanitarias a todos aquellos usuarios que se acercan a los centros de salud y les crea intranquilidad pues entienden que durante su jornada laboral están poniendo en peligro su integridad física.
Por un lado, manifiestan su apoyo a los compañeros que según afirman "se jugaron la vida el pasado día 25 durante las horas de guardia" y exigen "que sobre este tipo de ciudadanos caiga todo el peso de la ley". Entienden que para personal perteneciente a este sector dedicado a la sanidad estar expuesto a agresiones de tal calibre es algo incomprensible. Piden, asimismo, que la ciudadanía se conciencie que sobre este tipo de agresiones haya tolerancia cero.
Todo indica que será mañana cuando se celebre en Aguilar el juicio contra el hombre de 46 años al que detuvo la Guardia Civil el pasado sábado en Moriles, tras amenazar a varios profesionales sanitarios y herir con arma blanca en un brazo a un facultativo del centro de salud de dicho municipio, y al que el juez envió a prisión de forma preventiva.
ANA SÁNCHEZ LÓPEZ