La lluvia que durante todo el día ha caído sobre Lucena ha ocasionado distintos problemas a lo largo de la jornada.
La peor parte se la ha llevado esta vez la pedanía de Las Navas del Selpillar, donde, en torno a la una de la tarde, se registraba un fuerte aguacero que ha dejado más de quince litros por metro cuadrado en apenas diez minutos, ocasionando la inundación de varias calles y la entrada del agua y barro en algunas viviendas.
Esta mañana, el alcalde pedáneo de Las Navas, Juan Manuel Sillero, informaba a este medio que las lluvias habían provocado la presencia de barro en las calles, en cuya limpieza han trabajado empleados municipales y "la entrada de agua en algunas viviendas, aunque la misma apenas ha alcanzado medio centímetro".
Sin embargo, Gregorio Flores, representante del PP en esta pedanía lucentina ha denunciado que el problema "se está haciendo ya crónico en la aldea lucentina", en la que se ha convertido en hecho habitual que se inunden algunas zonas cada vez que se producen precipitaciones de cierta entidad. Entre estas zonas se encuentran las calles Virgen de Araceli, Selpia y Príncipe Felipe, "donde una rotonda inacabada, iniciada por el Ayuntamiento está provocando que muchas casas se vean anegadas", así como la zona del Pilar, situada en una cota más baja, en la que confluyen las escorrentías de distintas calles y la zona del PERI NS1, en la salida de Las Navas hacia Moriles, a la que pertenecen las imágenes que acompañan a esta noticia, grabadas por un vecino. Mañana el PP pedirá en el Pleno municipal que se adopten medidas urgentes para que este tipo de situaciones dejen de producirse.
MÁS AGUA EN EL SAUCE
Por otra parte, los bomberos se han visto obligados a realizar dos salidas. La primera, por la mañana, hasta las instalaciones de El Sauce, que se han visto anegadas nuevamente con más de diez centímetros de agua. El hecho de que aún no se hayan podido finalizar las obras ha sido decisivo para que el agua vuelva a inundar el recinto, pese a que el Ayuntamiento procedió el viernes pasado a desatascar la canalización que ocasionó la anterior riada. Los bomberos no han tenido que emplearse a fondo dado que el recinto se encuentra prácticamente vacío y sin residentes.
En torno a las 20:30 horas, dos vehículos de bomberos han acudido a la calle Juan Valera, 22, donde un canalón de una vivienda amenazaba con caer sobre la calzada. La zona había sido acordonada previamente por la policía local y no se ha producido ningún daño.