Un autobús semivacío –según declaran algunas de las madres afectadas- atraviesa cotidianamente la urbanización de El Zarpazo. El vehículo destinado al transporte escolar lo ocupan estudiantes de localidades o aldeas cercanas a Lucena como Zambra, Los Llanos o Rute. Asimismo, también se han establecido paradas en otros lugares habitados en el término municipal de Lucena. Por el contrario, los menores que conviven en los edificios gestionados por la Junta de Andalucía y la empresa municipal Suvilusa deben recorrer alrededor de tres o cuatro kilómetros hasta llegar a sus respectivos centros educativos.
Los habitantes de estos inmuebles, incluidos en un régimen de alquiler social, recibieron la autorización para acceder sus nuevas casas hace unos meses. Por este motivo, los alumnos que soportan el agravio están matriculados en colegios e institutos como El Prado, Al-Yussana, Virgen del Valle, Nuestra Señora de Araceli, Nuestra Señora del Carmen, Clara Campoamor y Miguel de Cervantes.
Paqui Osuna, una de las representantes de un colectivo integrado por veintitrés familias, afirma que en el trayecto que une sus hogares con el resto de Lucena "las aceras no cubren todo el camino, en algunos tramos solo hay carretera y no hay condiciones mínimas para andar por allí".
Las opciones factibles para desplazarse a pie –y cargando el peso de las mochilas- se reducen al asfalto "sin señalizar" y a la tierra. "Cuando empieza a llover todo se enfanga y no se puede pasar en dos o tres días".
Estas personas, que todavía siguen exigiendo luz en los exteriores de sus viviendas y la limpieza de las parcelas colindantes, proponen que el autobús escolar añada a su itinerario una parada en el Bar Los Copos. Además, si esta solución se considera inviable, también plantean la utilización del bus urbano, siempre que a sus descendientes se les exima de pagar.
Hasta la fecha, las conversaciones y citas con los diferentes equipos directivos, asistentes sociales y responsables políticos han resultado infructuosas. Ante la prolongación de esta incomprensible realidad, los perjudicados han registrado firmas en el Ayuntamiento y también han acudido al Pleno. En la última sesión de la corporación, la concejala de Educación, recordó que existe un bono escolar que por el precio de 7 euros valida 12 viajes. No obstante, estos ciudadanos responden que sus recursos son mínimos y, en algunos casos, deben desembolsar 120 euros al mes para llevar a sus hijos al colegio. "Nos vinimos aquí porque económicamente no podemos estar en otro sitio y el bono escolar para nosotros es caro". Desde las Administraciones se les justifica su exclusión del transporte escolar señalando que El Zarpazo están ubicado en el núcleo urbano de Lucena. Un argumento que refutan cada mañana niños de entre 4 y 14 años cuando deben afrontar varios miles de metros para cumplir su obligación académica.