Las primeras pesquisas fueron realizadas por policías de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Lucena-Cabra, tras recibir en poco más de una semana durante el mes de febrero cinco denuncias sobre supuestas estafas cometidas por dos sujetos que se hacían pasar por revisores de gas. Con los datos aportados por las victimas y las gestiones de investigación realizadas, se logró identificar a los autores de estas estafas, a quienes les constan antecedentes policiales por hechos similares. Por esta razón dio comienzo una investigación tendente a la localización y detención de los presuntos autores por un delito de estafa continuada, culminándose la operación en el municipio vecino de Cabra.
A los ahora detenidos se le imputan cinco estafas realizadas con el mismo "modus operandi". Primero llamaban a los domicilios por teléfono informando que les tocaba pasar la revisión y concertar una cita, consiguiendo con ello que los estafados les abrieran la puerta. Tras un tiempo revisando la instalación, presentaban una documentación para que la firmasen los titulares de la instalación, llegando a cobrar a algunas victimas hasta 240 euros.
Consejos para evitar ser víctima de este tipo de delitos
Si se encuentra con una o varias personas en la puerta de su domicilio y duda si se trata de una revisión real o falsa, tenga en cuenta los siguientes consejos:
Exija su acreditación y mantenga la puerta cerrada hasta que se identifiquen plenamente. Los operarios deben disponer de una identificación de revisor o instalador autorizado.
En los casos de revisión del gas debe saber que para el butano dicha revisión es obligatoria cada cinco años y nadie puede imponer una antes de ese plazo, salvo modificaciones en las instalaciones. Además generalmente la compañía con la que se tiene contratado el suministro llama al usuario con anterioridad.
En caso de duda, llame a la empresa suministradora del servicio, pero nunca utilizando los números de teléfono aportados por los propios operarios.
Recuerde, desconfianza racional ante las personas que llaman a su puerta. Ante la duda, no la abra.