La recuperación de los 144 cuerpos del campo de concentración franquista de Las Arenas, en La Algaba (Sevilla), que se suponen enterrados en una fosa común del viejo cementerio de la localidad sevillana sobre el que se pretende construir un parque público, traerá consigo la primera exhumación del cadaver de un represaliado lucentino durante la Guerra Civil y la represión franquista: Juan Muñoz Cabeza.
Este campo se habilitó oficialmente para mendigos 'reincidentes' de la capital sevillana, aunque también acogió a decenas de presos políticos de toda Andalucía, que trabajaron en la construcción del canal de Víar, iniciado con trabajadores libres durante la II República, y en la urbanización del poblado agrícola de Torre de la Reina, según recoge el artículo Los esclavos invisibles de Las Arenas (Diario El Mundo).
Juan Muñoz Cabeza, de 29 años, falleció en el campo de concentración de Las Arenas el 28 de abril de 1942. Según señala el historiador Arcángel Bédmar en uno de sus últimos articulos Nuevas historias de la represión franquista en Lucena (arcangelbedmar.com) "en Las Arenas hubo unos 300 recluidos, de los que murieron 144, casi la mitad, entre 1941 y 1942, lo que nos da una idea de la extrema dureza de este recinto penitenciario". Un informe reciente de la plataforma 'Todos Los Nombres' pone nombre y fecha de defunción a todas las víctimas, entre las que figura este lucentino.
Bédmar indicaba ayer a este periódico que "desconocemos las causas concretas por las que Juan Muñoz Cabeza fue detenido y trasladado a este campo de concentración, pero su nombre y procedencia figura en los listados de fallecidos, como también el de otro lucentino, el jornalero Gregorio Cortés Sánchez, de 56 años, que murió en la Prisión Provincial de Sevilla el 12 de abril de 1941, un año en el que perecieron también por hambre, enfermedades y privaciones otros 378 internos de esta cárcel".
A ese desconocimiento y al de otros muchos datos sobre este capítulo de la historia reciente de nuestra ciudad contribuye, como indica Bédmar, la "dificultad insalvable" de que todos los documentos relativos a este periodo que deberían conservarse en el Archivo Histórico Municipal "se quemaron de manera intencionada, por los propios funcionarios, en los años setenta del siglo pasado". Además. Bédmar no ha podido "localizar" a ningún descendiente directo de Juan Muñoz Cabeza, "algo que también dificulta lo común de sus apellidos".
Según ha indicado el ayuntamiento de La Algaba, las primeras excavaciones en la posible fosa común se iniciarán a principios de septiembre y su financiación correrá a cargo de la Dirección General de Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, lo que permitirá explorar la parte acotada del antiguo cementerio donde está el enterramiento, que ocupa en la actualidad 500 metros cuadrados. De este modo, señala el Ayuntamiento en un comunicado, el Consistorio permitirá las actuaciones arqueológicas y/o forenses para hallar dichos cuerpos y "hacer honor" a las víctimas, tal y como detalla la Dirección General de Memoria Histórica.
Tras la demolición del antiguo cementerio y la señalización de la fosa de víctimas del campo de concentración, está prevista la construcción de un parque urbano donde se ubicará una zona de memoria y homenaje para estas víctimas de la represión franquista.
Cecilio Gordillo, coordinador del grupo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía de la Confederación General del Trabajo (CGT), ha señalado "cómo el silencio ha borrado la memoria oral de aquel campo de trabajadores".
Distintas organizaciones han solicitado también protección como 'Lugar de la Memoria' de los restos arquitectónicos del antiguo campo, un edificio que permanece aislado, en ruinas, cerca de un polígono industrial de la localidad (En la foto. Fuente: Diario El Mundo).
En Andalucía, se dieron los primeros campos de concentración y trabajo forzado en zonas donde ya no hay operaciones militares durante la Guerra civil y la postguerra. Hubo trece instalaciones en Granada, once en Córdoba y Sevilla, ocho en Jaén, cuatro en Cádiz y Málaga, tres en Huelva y uno en Almería.
