El Juzgado de lo Penal Nº 3 de Córdoba ha ordenado mediante 'requisitoria' –diligencia judicial por la que se pone en conocimiento de los Juzgados de Instrucción y de las autoridades la existencia de un procesado rebelde y se ordena a la policía la localización del mismo– la detención e ingreso en prisión inmediatas de Francisco P. C., el joven de 25 años de edad al que se considera presunto autor de buena parte de la treintena de robos o tentativas de robo que durante los últimos meses han afectado a centros educativos de la ciudad, instalaciones municipales y establecimientos comerciales y vehículos.
Francisco P. C., detenido durante los últimos meses hasta en cuatro ocasiones por su presunta vinculación con estos robos– estaba citado a presentarse a juicio en el citado juzgado de la capital cordobesa el pasado martes, día 25, a cuenta de su implicación en uno de los robos cometidos en el colegio Antonio Machado, tras hallarse en su poder uno de los objetos robados, concretamente un monitor con dvd extraíble, por la el fiscal le solicitaba 8 meses de prisión, y un día más tarde, el 26 de abril, por su implicación en otros ocho robos, por lo que el Ministerio Fiscal solicitaba otros cuatro años de prisión. Sin embargo el encausado no acudió a ninguno de los dos juicios, por lo que el juzgado le declara ahora en rebeldía e interesa su búsqueda y encarcelamiento.
Francisco P. C. fue detenido por última vez en la noche del día 17 pasado por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía como presunto autor de los intentos de robo en los institutos Juan de Aréjula y Miguel de Cervantes, quedando en libertad con cargos tras prestar declaración en sede judicial. Previamente había sido detenido otras tres ocasiones a lo largo de las últimas semanas. La primera, el 14 de mayo, junto a otro individuo, como autor de ocho robos en distintos centros educativos de nuestra ciudad, y una tercera persona como 'receptadora' de lo sustraído. La segunda, el pasado día 8 de abril, como presumible autor del primero de los dos robos que se han cometido en el colegio Antonio Machado, tras encontrarse en su poder uno de los efectos robados en el mismo, imputándosele también un intento de robo en un vehículo estacionado en la vía pública, cometido unos días antes, y la tercera, como autor del robo en un trastero.