Esta decisión surge de la Junta de Portavoces convocada este martes para tratar exclusivamente temas relacionados con la covid-19, un órgano de coordinación municipal que ya funcionó de forma rutinaria durante el estado de alarma y que ahora el Consistorio lucentino recupera para la adopción de medidas de choque ante el avance de casos positivos que conoce la localidad en los últimos días.
La presencia de la Policía Local será más visible tanto en los cuatro mercadillos ambulantes que se celebran en Lucena y sus pedanías como en los recintos hosteleros y zonas de segunda residencia, más proclives a acoger eventos sociales privados, al considerarse estas actividades dos de los focos más susceptibles de propagación. Esta decisión se suma así a otras acordadas el pasado mes en relación al ocio nocturno, que se viene traduciendo en una mayor vigilancia policial de jueves a domingo en las zonas de bares y restaurantes más concurridas y en los espacios habitualmente utilizados para hacer botellón, una práctica que el Ayuntamiento de Lucena ya prohibió el 3 de julio.
Junto a este refuerzo en las tareas de vigilancia y control policial, la Junta de Portavoces también ha acordado la reducción del horario de apertura de las pistas deportivas al aire libre existentes en diferentes barrios de la ciudad (a partir de mañana cerrarán a las 22 horas), al tiempo que abre hasta el viernes un periodo de análisis sobre la conveniencia de celebrar o no en espacios públicos actividades culturales de gran formato y aquellas otras propuestas de ocio en las que no se pueda controlar de forma fehaciente el aforo y cuya realización se había barajado como sustitución de la Feria del Valle.
Análisis de agua fecales en busca de resto de covid-19
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Lucena confía en disponer en breve de los resultados de los análisis de las aguas fecales que se vienen practicando desde la semana pasada. Aguas de Lucena, tras realizar en junio un primer periodo de test en busca de restos de covid-19 en la red de saneamientos, retomó justo hace una semana la realización de estas pruebas tomando muestras de aguas residuales en los diferentes barrios de la ciudad, como adelantó ayer el alcalde, Juan Pérez.
El análisis de las aguas fecales se ha convertido en un recurso de detección precoz de posibles rebrotes en las ciudades, de modo que se confía en que los datos que se vayan trazando con estas pruebas ayuden a la anticipación de medidas que alivien la propagación del coronavirus entre la población lucentina.
