El alcalde de Lucena, Juan Pérez, ha declarado esta mañana a LucenaHoy que el embalsamiento de agua que se produjo en la madrugada del lunes al martes en el puente de Cabra no se debió en ningún momento al desbordamiento del río ni tiene relación alguna con la maleza existente en el cauce fluvial, sino a la incapacidad de los sumideros existentes a ambos lados del puente para evacuar las escorrentías producidas en el propia carretera.
Pérez ha señalado que "se ha repetido un comportamiento de los sumideros que ya se venía produciendo con anterioridad, y que no se había podido comprobar hasta ahora por la inexistencia de lluvias importantes tras la apertura del puente".
El regidor lucentino ha señalado que los primeros informes de la policía indican que los imbornales existentes no tienen capacidad suficiente para evacuar el agua que se recoge sobre la calzada y que confluye en este punto desde ambos lados del puente, por lo que ya se ha dado cuenta de esta circunstancia a la Junta de Andalucía, titular de esta carretera autonómica y encargada de la redacción del proyecto y la ejecución del nuevo puente, para que estudie la solución más adecuada de cara a que este tipo de circunstancias no se produzcan en el futuro.
LIMPIEZA DEL CAUCE
Sobre la limpieza del cauce, Pérez ha reiterado que, como ya indicó la pasada semana en el pleno, desde el ayuntamiento se remitió el oportuno aviso a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Consejería de Medio Ambiente, que se atribuyen de forma recíproca la competencia sobre esta actuación en el cauce urbano, por lo que ante la falta de respuesta ha sido el propio ayuntamiento quien ha redactado un proyecto para actuar de oficio y posteriormente intentar recuperar el importe de los trabajos. No obstante, indicó el alcalde de Lucena, el proyecto tiene que ser autorizado por las instituciones antes reseñadas, como cualquier obra o tarea que afecte al cauce fluvial o la vegetación de ribera y esa autorización aún no se ha recibido por escrito.