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El pasado día 26 abría sus puertas el Centro de Atención Básica a Inmigrantes. A pesar de que en los primeros días la asistencia fue menor debido al retraso de la campaña olivarera por la ausencia de lluvias y a que se ha producido una masiva vuelta a las tareas agrícolas de trabajadores nacionales en situación de desempleo, lo cierto es que en este corto periodo de tiempo menos de un mes- ya son más de trescientas personas adultas las que han hecho uso de sus servicios, a los que hay que sumar numerosos niños que acuden al edificio asistencial acompañando a sus padres.
El concejal de Servicios Sociales, Carlos Villa, ha valorado positivamente estas primeras semanas de funcionamiento del centro, en el que se han ejecutado algunas mejoras, sobre todo a nivel energético, con la sustitución de la antigua caldera de pellets, lo que otorga una mayor autonomía, si bien, señala nos preocupa el aumento en el número de usuarios que, siendo vecinos de Lucena, acuden al mismo para que se les facilite ayuda, lo que ha hecho que el equipo de Servicios Sociales se plantee nuevamente la posibilidad de aprovechar esta infraestructura más allá del periodo de campaña olivarera o las ferias cuando se abre para los trabajadores feriantes manteniéndola en uso durante todo el año para el conjunto de la ciudadanía, con apoyo de alguna plataforma o asociación de voluntariado consolidada.
Según Villa, la población atendida es principalmente inmigrante y excepcionalmente española derivada desde los Servicios Sociales Municipales. El 40% de la población atendida es de origen rumano, el 30% búlgaros, un 20% marroquí y el 10 % española.
En el centro se ofrecen diariamente servicios de ropero, ducha y lavandería. Una vez en semana se ofrecen clases de español y proyección de películas, y una vez al mes talleres sobre autoestima, control de estrés y duelo migratorio, todo ello impartido por personal cualificado de forma voluntaria.
El recurso más solicitado es el de ropero, seguido por el de lavandería y ducha. La ducha y el servicio de lavandería es solicitado por personas que trabajan en el campo, que viven en infraviviendas, en el coche, o que siendo vecinos de Lucena, carecen de lavadora o tienen un corte de agua. Desde su entrada en funcionamiento el pasado día 26 de diciembre el servicio de duchas ha sido utilizado 223 veces, el servicio de ropero en 597 ocasiones y la lavandería 142 veces. Este año se ha mejorado el servicio de duchas por el cambio y mejora de las instalaciones, utilizándose este servicio por una media de 20 personas al día.
La mayoría de los usuarios toman la merienda en el centro (café, zumos, infusiones y galletas o magdalenas), mientras que los menores usan la zona de recreo creada especialmente para ellos.
El servicio de ropero se abastece de prendas muy concretas adquiridas por la propia Delegación de Servicios Sociales y ropa procedente de donaciones particulares, muy especialmente a través de la ONG 'Punto de Recogida'.
Además, desde el centro se deriva a los usuarios a otros recursos existentes en la localidad , como por ejemplo al piso de acogida del que dispone la asociación Lucena Acoge para los hombres inmigrantes que están en la calle mayoritariamente.
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