Algunos familiares directos del hombre que falleció en la calle Arévalo, el 8 de marzo del 2011 tras supuestamente matarlo otro varón por una deuda, cuando iba acompañado de su mujer y su hijo de cuatro años de edad, en una calle de la citada localidad, han manifestado que la víctima tenía "temor" ante "las amenazas" del acusado en los meses antes de los hechos, según la información que publica Europa Press. Por otro lado, se apunta que los años de prisión que se solicitan para el supuesto autor están entre los 13 y los 20.
La misma agencia de noticias detalla que, en la sesión de este miércoles del juicio con jurado, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba, declararon unas 20 personas y entre ellas los padres del fallecido, junto a otras personas que presenciaron "el tumulto" el día de autos. De este modo, de los testigos presenciales no hay nadie que relate que vieron la agresión con arma blanca, aunque sí aseguran que el procesado "acometió" a la víctima y que la discusión era "por una deuda", al tiempo que una testigo ha relatado algunas "amenazas" que supuestamente sufrió la víctima por el acusado.
También, en esta sesión han estado en la sala unos siete agentes policiales, algunos de los cuales han aseverado que "el detenido sin ser interrogado declaró que había sido él para justificarse, aunque no reconociendo los hechos, sino por legítima defensa", apuntan las fuentes. En concreto, el acusado, quien ha mantenido que en los hechos se defendió ante las supuestas agresiones del fallecido, se enfrenta a penas que oscilan entre los 13 y los 20 años de prisión, así como 30 años de prohibición de residir en el municipio lucentino.
Al respecto, la Fiscalía ha defendido este martes que "hay pruebas suficientes" contra el hombre al que acusa de un delito de homicidio, al tiempo que subrayó en su exposición inicial que el procesado "es el responsable de la muerte", después de que la víctima "le debía dinero", unos 2.000 euros, y "se enzarzaron" tras una discusión en la que le dio "una puñalada en el corazón". En este sentido, detalló que los hechos ocurrieron a la luz del día y en un sitio "lleno" de gente y considera que no se ha producido un asesinato con alevosía, como en este caso califican los abogados de la acusación, que describen al presunto homicida como una persona "violenta y agresiva" que acabó con la vida del otro hombre "por una mísera deuda de 2.000 euros", resaltan.
Además, apuntan que actuó contra la víctima "sin posibilidad de defenderse" ésta, "por la espalda", a lo que añaden que "eligió el momento", porque el fallecido "no sabía lo que se le venía encima", al tiempo que indican que meses antes el presunto autor amenazó al varón. Por su parte, la defensa lamentó que "se ha hecho creer que es él" quien ha cometido los hechos, cuando "hay sangre de una tercera persona" en la zona, según el letrado, quien señaló que el suceso puede ser calificado como "homicidio imprudente", aludiendo en este caso a distintas atenuantes, como "legítima defensa, un trastorno o un arrebato", así como "las dilaciones indebidas" en el proceso. Igualmente, comentó que ambos eran "amigos" y en el momento de los hechos la víctima "reaccionó agresivamente" cuando el presunto homicida le pidió el dinero que le debía, a lo que añadió que el fallecido "utilizó una navaja", según el relato de la defensa.