Lamentablemente la mejor noticia que podía habernos dejado 2021 –el fin de la pandemia– no llegó a producirse. Las vacunas no fueron suficientes para derrotar a la COVID-19, que tras casi dos años deja ya un balance de 280 millones de infectados y 5,4 millones de muertos en todo el mundo y nuevas variantes como Omicron, mucho más contagiosas aunque –como dato positivo–, menos lesivas para quienes la contraen.
Pese a algunas señales alentadoras, el virus terminó 2021 con cifras récord de contagios en gran parte del mundo y especialmente en Europa y Estados Unidos.
Descendiendo a lo cercano, la pandemia se cerró en 2021 en Lucena con 3.435 casos de coronavirus, muy por encima de los 2.131 con los que concluyó el primer año de esta crisis sanitaria, que amenaza con prolongarse todavía durante algún tiempo más. 2021 nos dejó un 61,71 por ciento de los 5.566 infectados por COVID que se acumulan desde el inicio de la pandemia en nuestro municipio. Se podría decir que uno de cada ocho vecinos de Lucena se han contagiado en estos dos años.
Pese a la rápida expansión de estas últimas semanas, diciembre no fue el peor mes a nivel de contagios. El récord lo ostenta enero, con 645 casos tras las fiestas navideñas. El último mes del año ha sido el segundo en este triste ranking, con 532 positivos y una media diaria de 17,16 casos. Un mes antes, en noviembre, fueron solo 125, con un promedio de apenas 4 personas infectadas por día, lo que deja clara la imparable subida de la curva que nos ha traído hasta la situación actual.
MÁS CONTAGIOS PERO MENOS HOSPITALIZADOS Y FALLECIMIENTOS, GRACIAS A LAS VACUNAS
Sin embargo, pese a ser muchos más los contagios, el número de hospitalizados es ahora muy inferior al de anteriores olas. En Córdoba, el alto índice de población vacunada ha hecho que, pese a batirse todos los récords de infectados, la incidencia hospitalaria sea en este momento de apenas un tercio de la registrada en los peores momentos de la pandemia. En febrero de 2021 llegaron a contabilizarse hasta 452 ingresados –82 de ellos en UCI– lejos de las 129 hospitalizaciones – 27 en UCI– de este 31 de diciembre– pese a tener ahora seis veces más positivos.
Del mismo modo han bajado los decesos motivados el COVID19. En Lucena, en 2021 fallecieron 20 personas frente a las 29 que perdieron la vida el año anterior. La mayor parte de las muertes se produjeron en los primeros meses, cuando la vacunación estaba recién iniciada. Cabe recordar que Luis Alonso Hurtado, de 72 años de edad, fue el primer lucentino en recibir la vacuna, el 30 de diciembre de 2020 en la residencia de San Juan de Dios. Junto a el lo hicieron otros 78 residentes y el personal del centro, así como los de la residencia El Sauce. Poco más de un centenar de personas. A día de hoy, un año después, se han vacunado con la dosis completa en nuestra ciudad 34.162 personas, que suponen un 79,9 por ciento del total de mayores de 5 años, mientras que otros 1.768 vecinos –en su inmensa mayoría niños– solo han recibido una de las dosis. Pese a todo Lucena es una de las ciudades cordobesas con un menor índice de vacunación.
ÍNDICE ACUMULADO
Lucena cierra el año con un índice acumulado de 842,4 casos por cien mil habitantes, uno de los más elevados desde el inicio de la pandemia. Hay que remontarse al 27 de enero de 2021, 11 meses atrás, para encontrar un dato peor. Entonces la tasa alcanzó los 915 puntos. Dos días antes, el 25 de enero, se había registrado el récord de toda la crisis sanitaria, con 999,9 puntos y Lucena se quedó a una décima del cierre de todos sus establecimientos comerciales y de ocio y actividades no esenciales.
Todo apunta a que enero volverá a ser un mes duro, con una posible vuelta de algunas restricciones. Tocará pagar los excesos de las fiestas navideñas, que dejarán un claro rastro de nuevos contagios en un contexto de saturación permanente de la atención sanitaria básica, totalmente sobrepasada por la explosividad de esta sexta ola y la escasez de personal.
Tocará seguir observando la máxima precaución entre tanto se extiende la vacunación con la dosis de refuerzo y se completa la de los escolares a la espera de un nuevo descenso de la curva, ojalá que el último.