Varios cientos de personas han despedido esta tarde en una iglesia de Santiago Apóstol totalmente abarrotada a Toñi Bujalance, la joven lucentina presuntamente asesinada por disparos de una escopeta a manos del hombre con el que convivía desde hace ocho años, Francisco Pineda, de 51 años de edad, también natural de Lucena, y que según los indicios que maneja la investigación se suicidó instantes después con el mismo arma.
El crimen deja dos familias destrozadas. La de la víctima aún no sale de su asombro e intenta encontrar una explicación a unos hechos carentes de sentido. La familia desconocía la existencia de problemas entre la mujer asesinada y su verdugo, y no existían antecedentes por malos tratos o violencia de género. Nada hacía esperar este desenlace. Lucena ha vivido este luctuoso suceso con estupor e indignación. Esta noche más de trescientas personas se han concentrado en la Plaza Nueva para mostrar su consternación por este enésimo crimen machista y sus condolencias con la familia de Toñi.
Varios carteles contra la violencia de género y unos cirios rojos encendidos sobre el suelo han querido mostrar el dolor del pueblo de Lucena por este hecho lamentable en un acto que ha reunido a la práctica totalidad de la corporación local, encabezada por el alcalde, Juan Pérez; representantes de los distintos colectivos de mujeres de Lucena y de la Plataforma Cordobesa Contra la Violencia a las Mujeres. La concentración se ha cerrado con un prolongado aplauso en memoria de la joven fallecida.
Previamente, el pleno del ayuntamiento de Lucena ha aprobado por unanimidad una moción de repulsa contra este crimen machista. El alcalde, Juan Pérez, ha dado lectura a un texto en el que se señala "la más enérgica y contundente repulsa y condena de este asesinato, así como ante todos los asesinatos de mujeres por violencia de género en nuestro país". Además, la moción aprobada indica que "la violencia de género, en cualquiera de sus manifestaciones, física, psicológica, sexual, económica, estructural... sigue siendo una vulneración de los derechos humanos de las mujeres y una vergüenza para cualquier sociedad democrática", constituyendo una lacra social de dimensión mundial que solo desaparecerá cuando la igualdad total entre hombres y mujeres y las relaciones basadas en el respeto sean una realidad", para concluir manifestando que "es responsabilidad de toas las personas reaccionar y denunciar ante cualquier síntoma de maltrato y para ello resulta imprescindible la máxima colaboración ciudadana".
Recordamos que el teléfono para denunciar el maltrato por violencia de género es el 016, un número gratuito y que no deja huella en la factura.
