Por su parte Juan Redondo, secretario de esta asociación de lucha contra la ludopatía ha asegurado que el perfil del jugador patológico en Lucena ha rejuvenecido y, si hace unos años era el de una persona de 35 a 40 años adicto al juego presencial en máquinas tragaperras hoy es el de un joven de 20 a 35 años adicto a todo tipo de juego e incluso a adicciones a sustancias como el alcohol o la cocaína, "un enfermo que en la mayoría de lo casos origina una desestructuración de la unidad familiar como consecuencia de los problemas económicos, que derivan en problemas de convivencia y en que las familias dejen de vivir su propia vida para vivir la del adicto".
Según Redondo, en Lucena se han triplicado en pocos años los casos de adicción al juego. Solo Alsubjer atiende en estos momentos a más de 60 ludópatas en rehabilitación y a 85 familiares, aunque son otros muchos los que reciben tratamiento en colectivos como Proyecto Hombre o la Unidad de Adicciones del Centro de Salud.
Por todo ello, Alsubjer solicita al ayuntamiento que no se permita la apertura de más salones de juego en la localidad, que estos locales se ubiquen a más de 500 metros de centros educativos, que se establezcan horarios de apertura y cierre más restrictivos y no se permitan la actividad en horas lectivas, el control riguroso del acceso de menores y "autoprohibidos", una mayor vigilancia policial de estas actividades o la limitación de este tipo de establecimientos de cara al futuro, para evitar su proliferación en el futuro.