El Ayuntamiento de Lucena ha anunciado la próxima devolución –en depósito temporal renovable– de numerosas piezas arqueológicas que actualmente se encuentran en los almacenes del Museo Arqueológico de Córdoba. Estas piezas, reclamadas desde hace años por el consistorio lucentino, se integrarán en los museos locales para su exposición y estudio. Entre los bienes destaca una lápida funeraria romana del siglo II, descubierta en septiembre de 2023 en una finca de olivar.
La concejala de Patrimonio, Charo Valverde, y el arqueólogo municipal, Daniel Botella, explicaron los detalles de este proceso, subrayando la relevancia histórica y cultural de los materiales que regresarán a Lucena. Botella describió la lápida romana como "una pieza preciosa, dedicada a un difunto". La lápida, inusual por el tamaño del sillar de piedra caliza sobre el que está labrada, mayor de lo normal, podría enmarcarse entre finales del siglo I y el siglo II en base a las inscripciones en latín que presenta, con fórmulas muy habituales de esa época de dominio romano, como la dedicación los "dioses manes" (DMS) y fórmulas como Sit Tibi Terra Levis (STTL) o Hic situs est –está enterrado/a aquí– (HSE). Además, incluye el nombre de la persona incinerada, la parte más deteriorada, por lo que aún no se sabe si correspondería a un varón o a una mujer.
Según Botella, el Ayuntamiento inició los trámites para reclamar la lápida poco después de su descubrimiento y custodia por parte del SEPRONA, con el respaldo de un informe técnico. "Tras numerosas gestiones y la aprobación por parte de la Consejería de Cultura y Deportes, estamos a la espera de que nos confirmen la fecha para retirar la pieza y otros materiales arqueológicos", señaló.
OTRAS PIEZAS IMPORTANTES
Entre las piezas solicitadas también figuran los ajuares de la primera excavación de la necrópolis de Morana, incluido un sarcófago; los materiales encontrados en la excavación de urgencia realizada en los alfares romanos en 1996 o una escultura romana de Hércules niño, que data del siglo II d.C. y que fue hallada en una escombrera. Sin embargo, los bienes se cederán únicamente en depósito temporal, con un plazo inicial de cinco años renovable, según lo estipulado por la normativa vigente.
Una vez en Lucena, las piezas serán integradas en las exposiciones de los museos locales y sometidas a estudios para ampliar el conocimiento sobre su contexto histórico. "Nos comprometemos a publicar investigaciones sobre estos materiales, que no han sido estudiados en profundidad hasta ahora", aseguró Botella.
La lápida funeraria será instalada en la sala 8 del Castillo del Moral, dedicada al mundo religioso y de las ideas, mientras que los materiales de los alfares romanos complementarán las colecciones existentes. "El objetivo final es que estas piezas no solo enriquezcan nuestro patrimonio, sino que también contribuyan al conocimiento y la divulgación de nuestra historia", concluyó Botella.
Botella destacó que este proceso pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los museos locales para recuperar y conservar su patrimonio histórico. "Nos exigen medidas estrictas de seguridad, personal especializado y horarios fijos, pero seguimos sujetos a la normativa que establece depósitos temporales en lugar de definitivos", criticó el arqueólogo municipal, abogando por un cambio en la legislación que permita a las localidades mantener de forma permanente su patrimonio arqueológico.
Todo el procedimiento se encuentra exclusivamente a la espera de la firma de la consejera de Cultura. Una vez cumplidos estos pasos, el Ayuntamiento contratará un seguro de transporte para trasladar las piezas a Lucena.