Todo apunta a que el equipo de gobierno tendrá que pensar en otro emplazamiento para la Oficina del Plan Estratégico del Plan de Lucena, como ya lo hizo antes para la delegación de Cultura, o desoír la voluntad expresada por la oposición en el pleno.
Ayer, los socialistas se encontraron de nuevo con la negativa de PP, IUCA y el concejal no adscrito Vicente Dalda a aprobar el reglamento de uso de la Casa de los Mora y solo arañaron la abstención de Ciudadanos, pese a que sus argumentos son coincidentes con el resto de la oposición: no rotundo a convertir la Casa de los Mora en un edificio administrativo y, por tanto, a que el edificio acoja las dependencias de ninguna delegación que no sea la de Participación Ciudadana.
Pese a comenzar indicando que "es competencia del alcalde la distribución de los espacios públicos" y quejarse del "bloqueo" de la oposición a cualquier iniciativa del gobierno local respecto a la casa, la concejal de Régimen Interior, Araceli Bergillos, intentó convencer al resto de grupos de que la Oficina del Plan Estratégico es 'máxima expresión' del movimiento de participación ciudadana y que su ubicación en este inmueble estaba prevista desde que se proyecto el mismo, pero sus palabras no convencieron a unos grupos que consideran que lo que se instala en la Casa de los Mora es la Delegación Municipal de Innovación y Desarrollo Económico, a la vista de que el personal que venía realizando estas tareas se ha desplazado a este edificio.
Miguel Villa calificó el intento del grupo socialista de "trampa política" y reprochaba que pese a la negativa de la oposición "el gobierno municipal ya ha ubicado allí lo que quería y eso no puede ser" y el PP aseguró que "se intenta colocar a Innovación al amparo del Plan Estratégico", lo que contraviene el acuerdo de pleno de abril de 2016 que declaraba la casa como bien demanial para usos culturales y de participación "sin que quepa ubicar áreas de gestión distintas a la Participación Ciudadana". Por su parte, Vicente Dalda, apelaba a que "la soberanía reside en el pleno y el pleno ya ha hablado".
Solo Ciudadanos consideró admisible el argumento de Bergillos, aunque no se movió de una abstención insuficiente para aprobar el reglamento, al que será necesario dar alguna vuelta de tuerca adicional para que sea aprobado por el plenario en un nuevo intento, un año después de la apertura del edificio y más de dos años después de la finalización de las obras.
Tras la votación, Juan Pérez se rendía a la evidencia indicando que "Habrá que sacar de allí a la oficina técnica y ahora hay que cambiarlo todo", aunque desde su grupo le pedían que no tire la toalla. Continuará.