El Pleno extraordinario celebrado el pasado miércoles, cuya cuestión esencial correspondía a los presupuestos del ejercicio 2017, sigue suscitando reacciones y controversia. Vicente Dalda, concejal no adscrito, ha tratado de justificar su ausencia y en su exposición argumental ha afirmado que la citación no se le notificó conforme a la ley y, por tanto, entiende que la sesión, a la que tampoco acudieron otros tres concejales, "es nula de pleno derecho", aunque adelantó que no interpondrá recurso alguno en los tribunales por el daño que se le pudiera ocasionar a los ciudadanos de Lucena.
Pese a esta decisión, Dalda insistió en que la convocatoria del Pleno "es ilegal", pero añadía que, en caso de que las instancias judiciales fallasen a su favor, "sería una victoria pírrica y el único perdedor sería el pueblo de Lucena" porque el Consistorio, "al que se metería en un lío, podría perder una cantidad importante de recursos, dentro de un año, una vez ejecutados ya los presupuestos". Por todo ello, descartó emprender acción judicial alguna, aunque subrayó que alberga "la razón".
Durante su alocución acusó al alcalde de "cínico" y de "actuar de la mala fe" en su actitud "de no pactar el Pleno con las distintas fuerzas políticas". Asimismo, le afeó que no muestre "voluntad de arreglar las cosas", lo que deviene, según Dalda, "en situaciones kafkianas".
Como fundamento esencial de su tesis, Vicente Dalda apuntó que la citación del Pleno la conoció "por mail y un día antes" y añadía que su presencia en la Casa Consistorial era imposible "al estar disfrutando con mi familia de las Navidades fuera de la localidad".
A modo de cuestión previa, el edil recordaba que el primer edil, después de suprimir el grupo municipal del que formaba parte y retirarle la asignación municipal, como marca la ley, de un modo potestativo, le "castiga duramente", al quitarle "el agua, el pan y la sal", metáfora empleada al referirse a la eliminación de servicios como la oficina y la asesora. "Me ha echado físicamente del Ayuntamiento y esto significa que no tengo sitio para recibir a los ciudadanos", señalaba Dalda.
De esta forma, el conducto regular que la Administración Local usa en sus comunicaciones con los concejales, la cartera electrónica, ya no es válida en lo referente a Dalda. "Al haber sido privado de mi ordenador no tengo acceso a ella, me tiene que convocar como marca la ley", esgrimía Vicente Dalda.
Así, y después de dirigirse al alcalde, el 22 de diciembre, a fin de informarle de su domicilio, como punto al que debían trasladarle, en soporte papel, las distintas informaciones, Vicente Dalda sostiene que cualquier precepto normativo se ha soslayado en lo que concierne a la citación del Pleno de los presupuestos del Ayuntamiento.
"A mí me lo intentan comunicar a las 13:00 horas y luego a las 15:30 horas, es decir, fallan en todas las premisas" ya que, de acuerdo a sus explicaciones, basadas en la Ley de Comunicaciones, de octubre del 2015, ha de existir, como mínimo, un margen de tres horas entre el primer y el segundo intento. El tercero tendría que realizarse mediante un anuncio en el Boletín Oficial del Estado.
Vicente Dalda indicaba que la concejala Araceli Bergillos "tiene un problema gordo con los ordenanzas" debido a que "solo trabajan por las mañanas" y únicamente aceptan hacerlo por la tarde si se establece un servicio de guardias, algo a lo que la responsable de Hacienda, Comunicación y Redes Sociales se ha negado, revelaba el concejal no adscrito. "Hay unas 20 notificaciones paradas porque no hay posibilidades de comunicarlas y hay un problema estructural por la falta de decisión al gestionar las comunicaciones".
A Araceli Bergillos también le reprochó que no le haya ofrecido una respuesta –"solo una callada"- sobre las seis propuestas –tres con asignación económica y las otras sin coste alguno- formuladas por escrito. "Y tiene la inmensa caradura de decir que yo no he querido negociar cuando le estamos pagando un tremendo sueldo para lo que es Lucena al año para que se encargue ella de hacerlo o está acostumbrad a que vengan a la ventanilla del banco a pedir créditos y si no vienen no se mueve".
A lo largo de la comparecencia agradeció al concejal de Izquierda Unida, Miguel Villa, su interés "por saber si la convocatoria era legal" y si se había informado de manera oportuna a Dalda y exculpó de cualquier responsabilidad a Manuel Lara Cantizani, portavoz del PSOE, quien tampoco se personó en el salón de plenos, porque "tiene derecho a estar de vacaciones con su familia en Portugal". En cambio, dijo que el vicesecretario del Ayuntamiento "actuó de parte del Ayuntamiento y no contestó a pregunta alguna sobre la legalidad, solo comentó que se había intentado notificarme".
Finalmente, tachó de "absurda y kafkiana" la opción del Partido Popular respaldar las cuentas municipales. "Las explicaciones son auténticamente de risa; el PP dice que no son sus presupuestos, pero como les han dado tres cositas los votan a favor, lo coherente y lo lógico hubiera sido que se abstuvieran". Y, para concluir, sentenció que se están produciendo "una serie de fallos y de cortijadas y que asistimos a una realidad en la que el PP y el PSOE van de la mano en todo y están juntos: el PPPSOE".