El debate sobre la suciedad de la ciudad se coló en el pleno de ayer a través de la moción presentada por el grupo municipal Vox, que finalmente no salió adelante, al votar en contra de la misma tanto el PSOE como IU y pese a encontrar el apoyo –con matices sobre su redacción– de PP y Ciudadanos.
Vox pedía que se adopten medidas necesarias para el adecuado mantenimiento y la conservación de Lucena y criticaba que "en este Ayuntamiento haya dinero para casi todo y todos y sin embargo entre esas prioridades no se encuentra el mantenimiento de la ciudad en debidas condiciones de limpieza y cuidado, en ocasiones Lucena presenta un estado lamentable, los lucentinos necesitan una ciudad agradable para vivir, que para eso pagan sus impuestos".
Se refería el portavoz de esta formación Antonio Hidalgo a que "no se puede estar apelando siempre a la obligación legal de los ciudadanos de cuidar y mantener nuestras calles en debidas condiciones cuando es el Ayuntamiento el que con su pasividad que esta sea la imagen de Lucena" y añadía que "no cabe duda de que los lucentinos tenemos que poner de nuestra parte para cuidar nuestra ciudad y esa labor es de todos, pero primero es exigible que el Ayuntamiento lidere este cambio de actitud, con acciones positivas de mantenimiento y con acciones de persecución del vandalismo y los actos".
La moción solicitaba una campaña de limpieza y mantenimiento integral de la ciudad, vigilancia de la Policía Local para evitar el vandalismo contra elementos urbanos y que se lleve a cabo la aprobación de una ordenanza que todos los grupos coincidieron en recordar a Vox que ya existe.
IU, que podría haber inclinado la balanza, pidió la retirada la moción para que volviera al pleno "con una redacción diferente y medidas más concretas, que obliguen al equipo de gobierno a dar cumplimiento a la mismas", a lo que no accedió el grupo proponente. Por su parte, Ciudadanos mostró su apoyo a la misma tras aceptar Vox la incorporación de medidas de control policial en horarios y puntos en los que se concentra el depósito irregular de basuras.
CRUCE DE REPROCHES
Sin embargo, aunque no salió adelante, el asunto dio para un interesante cruce de intervenciones que demostraron que la visión del conjunto de la oposición sobre la situación de la limpieza en la ciudad difiere mucho de la del edil de Servicios Operativos, César del Espino.
Así, Del Espino, que comenzó reconociendo que en materia de limpieza "tenemos que mejorar", no escatimó adjetivos para valorar la moción, que calificó como "demagógica y populista". Consideró "exagerado y fuera de lugar" el paisaje que pintó Vox en su intervención y "carentes de sentido" las peticiones incluidas "porque ya se hacen", por lo que recomendó a Hidalgo que se preocupe de conocer como funcionan los servicios operativos antes de valorar su funcionamiento. Según el edil socialista, Lucena necesitaría al menos diez operarios de limpieza más, pero ello tendría un coste de 300.000 euros anuales que el ayuntamiento no tiene. "Los recursos son limitados", dijo Del Espino, que acuso a PP y Vox de "faltar el respeto" a los trabajadores de este servicio y "someterlos a un linchamiento"
Ante estas afirmaciones el portavoz del PP, Francis Aguilar, aseguro que Del Espino "parece que vive en otra ciudad" y que "Lucena está sucia por la gestión que hacen ustedes, no por los operarios", mientras que Hidalgo indicaba que "nunca hemos dudado de los trabajadores" y respondía a Del Espino que "los ciudadanos no se quejan por quejarse", recomendándole "buscar los recursos necesarios si es procedente ampliar la plantilla".
