El equipo de gobierno iniciará contactos con el resto de grupos municipales para dejar provisionalmente en punto muerto una de las actuaciones que figuraban como prioritarias en los programas electorales de todos los grupos políticos municipales hace solo dos meses, la nueva canalización de la red de abastecimiento de agua desde la pedanía ruteña del Nacimiento de Zambra. Así lo ha confirmado esta mañana el alcalde, Aurelio Fernández, tras el adelanto, en este mismo sentido, por parte de la consejera delegada de Aguas de Lucena, María de la O Redondo, en el pleno municipal.
El regidor lucentino ha indicado que no parece razonable gastar 12 millones de euros en una infraestructura que, actualmente, debido a la sequía, solo está proporcionando a los depósitos municipales 650 metros cúbicos de agua, frente a los 2.200 de un día cualquiera de junio del pasado año. Para Fernández se trata de "priorizar las inversiones" y ese dinero debe dedicarse a mejorar la red de abastecimiento en baja, que registra pérdidas muy superiores al agua que diariamente llega desde Zambra. Según el alcalde de Lucena, "es más necesario trabajar en un plan de mejora de las infraestructuras hidráulicas para solucionar las fugas y dejar de pagar por esa agua que estamos perdiendo" . El objetivo sería minorar al menos en "un 15 o 20 por ciento" las actuales pérdidas de agua para el consumo.
No obstante, Aurelio Fernández, ha indicado que, paralelamente, se seguirán buscando fuentes de financiación "de todas las administraciones" para esta obra, la más ambiciosa que el Ayuntamiento tenía en cartera para este mandato corporativo.
UNA CUESTIÓN DE "SENTIDO COMÚN" SEGÚN FERNÁNDEZ
El alcalde reconocía que "no hemos hablado todavía con el resto de grupos" pero ha defendido la necesidad de "gastar el dinero en lo que sea más rentable". Es una cuestión "de sentido común", ya que "son 12 millones de euros lo que cuesta la canalización de Zambra para muy poca cantidad de agua", afirmaba Aurelio Fernández, que señalaba que "estamos así por la falta de inversiones y planificación durante los 24 años de trabajo del equipo de gobierno saliente".
Fernández ha adelantado que, dada la mala situación económica de Aguas de Lucena, que cerró el último ejercicio con pérdidas de 300.000 euros, la idea del equipo de gobierno sería la de mantener el aval que la corporación había aprobado para que la empresa municipal acometiese las obras de la nueva tubería de Zambra, pero cambiando su uso para que el destino final de esa inversión sea un plan de mejora de infraestructuras hidráulicas de la ciudad.
También habría que ver, si la idea del PP sale adelante, si queda en suspenso o sigue adelante el canon municipal aprobado para la financiación de esas obras, que ya reflejan los recibos del agua desde hace meses, tras su aprobación por la Junta de Andalucía. En este caso será determinante conocer si su autorización tenía un carácter finalista o puede dedicarse a actuaciones de mejora hidráulica. Este canon no contó en su momento con el voto favorable del PP, que lo rechazó.
Aurelio Fernández ha indicado que este será uno de los temas que llevará a la mesa de la primera reunión del Consejo de Administración de Aguas de Lucena, previsto para el próximo viernes, donde espera conseguir el apoyo del resto de formaciones para empezar a trabajar en esta línea, que supone un giro inesperado para un proyecto que ha sido uno de los asuntos más destacados de la actualidad política local en los últimos años.
EL PROYECTO
El proyecto de mejora de la red de abastecimiento desde Zambra, presupuestado inicialmente en 7,2 millones de euros y , más tarde, en 12 millones como consecuencia del importante incremento de los precios de los materiales necesarios para su ejecución, fue avalado en su día por distintos informes técnicos y económicos y por todos los grupos políticos.
Se trata de renovar los 22 kilómetros de la actual tubería, que cuenta con más de 70 años de antigüedad, permitiendo que el agua llegue a los depósitos municipales por gravedad y sin necesidad de ningún tipo de impulso mecánico.
En enero de este año, el equipo de gobierno socialista anunció la inminente licitación de un préstamo de 6,5 millones de euros para el inicio de las obras. Aguas de Lucena se decantó por dividir la actuación en dos fases. La primera, comenzando simultáneamente en los dos extremos del trazado, dejando para la segunda fase el tramo intermedio del recorrido, siguiendo el trazado actual de la red. Incluso se ha trabajado ya, según indicó en su día el ex regidor, juan Pérez, en el pliego de cláusulas técnicas y administrativas de esta primera fase del proyecto, elaborado por la empresa de ingeniería GIS. Para la primera fase se fijaba un plazo de ejecución de 9 meses, mientras que la segunda se llevaría a cabo en solo 7 meses.
Un informe de Aguas de Lucena señalaba que la renovación de la conducción quedaría amortizada en un periodo inferior a 18 años, por lo que, teniendo en cuenta que la vida útil de la infraestructura ejecutada se cifra entre 30 y 50 años, la inversión no solo se considera viable, sino también rentable.