El pueblo de Lucena, representado en su Ayuntamiento, será en los próximos días el nuevo propietario de la Sierra de Aras, tras aceptar el consistorio lucentino el legado testamentario de Teodoro Écija Cordón, fallecido el pasado 29 de enero, que así lo dispuso en sus últimas voluntades, siguiendo el expreso deseo de su esposa, Concepción de Mora Escudero.
La decisión ha sido anunciada oficialmente en la mañana de hoy por el alcalde de la ciudad, Aurelio Fernández, acompañado por la edil de Patrimonio, Charo Valverde, después de que los servicios jurídicos y técnicos municipales hayan estudiado los aspectos legales de la cesión al municipio de este bien, considerado como símbolo de la ciudad, por sus valores sentimentales, religiosos, culturales y medioambientales.
La donación incluye un total de 4 sub parcelas de monte, con una superficie total de más de 122 hectáreas, valoradas por los servicios económicos municipales en 114.064 euros.
Teodoro Écija y su esposa ya habían cedido con anterioridad al Ayuntamiento de Lucena los terrenos en los que se ubica el yacimiento arqueológico de la Cueva del Ángel y los accesos al mismo, y a la Fundación Obra Pía de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, los 2.943 metros cuadrados sobre el que se asienta el Santuario de la Patrona de Lucena. Con esta cesión se materializa ahora la plena disposición del conjunto de los terrenos de la Sierra de Aras.
El alcalde, Aurelio Fernández, ha agradecido en nombre del pueblo de Lucena la "generosidad con el pueblo de Lucena" de Teodoro Écija y su esposa, Concepción de Mora Escudero, y ha adquirido el compromiso de conservar este legado para futuras generaciones "en su ambiente natural original", única condición impuesta en la cesión testamentaria.
El asunto pasará esta tarde por la correspondiente comisión municipal y quedará aprobado definitivamente en una sesión plenaria convocada con carácter extraordinario en los próximos días.
La Sierra de Aras está incluida en el Catálogo del Plan Especial de Protección del Medio Físico de Andalucía por su interés paisajístico y medioambiental. Además, un informe del Arqueólogo Municipal destaca la importancia del enclave desde un punto de vista paleontológico, arqueológico, geológico y etnográfico y su enorme potencial a medio y largo plazo. Por último, un informe de los servicios jurídicos señala que el valor catastral de la propiedad es muy superior al coste de mantenimiento del bien, por lo que "resulta legalmente posible aceptar el legado".
El regidor lucentino ha expuesto que una de las posibilidades que se abren ahora es la de retomar el proyecto de conversión de una parte de la sierra en un "parque periurbano", un propósito esbozado por anteriores corporaciones, que incluso llevó al Ayuntamiento a entablar con sus propietarios conversaciones de cara a su adquisición. Para ello, un primer paso sería la puesta en marcha de una innovación al actual Plan General de Ordenación Urbana, que define la creación de esta figura en unos terrenos ubicados en el entorno del cerro de San Cristóbal, más cercanos al casco urbano.
Teodoro Écija Cordón, viudo de Concepción de Mora Escudero, fue juez en Lucena y magistrado en distintos municipios para concluir su carrera profesional en el Juzgado de Menores de Córdoba. Fue hermano mayor de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli entre diciembre de 1968 y julio de 1971. Asimismo, fue miembro de la Junta de Gobierno de la Venerable Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, siendo cuadrillero en 1971 y miembro del Colegio de Abogados de Lucena.
