El consejo de administración de Aguas de Lucena adoptó este lunes la decisión de suprimir indefinidamente las restricciones nocturnas de agua que nos han acompañado desde el mes de julio de 2023 hasta finales de abril, elevando a definitiva la decisión adoptada con motivo de las Fiestas Aracelitanas.
En esa decisión han influido el incremento de las reservas de agua del embalse de Iznájar, que ha pasado de situación de emergencia a la de alerta, y el aumento de la aportación diaria que reciben los depósitos municipales desde el manantial de El Nacimiento de Zambra, que actualmente suponen un tercio del consumo total de la ciudad, cifrado en unos 9.000 metros cúbicos de agua al día, lo que permite mantener la compra de entre diez y doce horas de agua del consorcio provincial, lejos de las 18 horas necesarias durante el pasado verano para mantener los niveles de los depósitos, siquiera, en el 50 por ciento de su capacidad total.
Así lo ha explicado esta mañana el alcalde, Aurelio Fernández, acompañado por la consejera delegada de Aguas de Lucena, María de la O Redondo. Fernández ha añadido que a estas medidas se suma el paso "de prohibición a recomendación" de otras limitaciones impuestas mediante decreto de alcaldía en julio del pasado año y relativas al riego y baldeo de acerados y puertas o al llenado de piscinas. En este sentido, Aurelio Fernández ha recordado que "la situación sigue siendo preocupante" y ha pedido a los titulares de piscinas privadas que se mantengan el agua de un año para otro.
Por parte del ayuntamiento se priorizará el uso de agua no potable para riegos y baldeos, la búsqueda de nuevas bolsas de agua y las campañas de detección de fraudes.
Todas estas medidas quedarán reflejadas en un nuevo decreto de Alcaldía y en el oportuno bando municipal a lo largo de la jornada de hoy. El alcalde ha mostrado su optimismo respecto a que la ciudad pueda disfrutar de un verano sin restricciones "desde un consumo responsable".
