Nos envía un lector una foto que habla por sí misma de la incongruencia de una administración que ha convertido la accesibilidad en un argumento fundamental de la actuación urbanística, pero olvida, con algunas de sus acciones, que el cumplimiento de las normas empieza por uno mismo.
La imagen ha sido tomada en la calle Las Margaritas. "Las papeleras, ubicadas junto a las farolas dificultan el paso de los peatones y existen al menos tres puntos con este mismo problema", señala nuestro lector, que incluye en su queja para nuestra Ventana Ciudadana un extracto de la Orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados, en la que se señala que "los elementos de mobiliario urbano de uso público se diseñarán y ubicarán para que puedan ser utilizados de forma autónoma y segura por todas las personas"
En este caso, a la existencia de unos acerados no demasiado anchos y deteriorados, se suma también la instalación sobre los mismos de los brazos de las luminarias y de varias papeleras a escasa distancia de las farolas. Si para un peatón resulta complicado andar por este acerado, para una persona con discapacidad ensilla de ruedas, portando un carrito de bebé o un simple carro de la compra resulta imposible.
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