Me dirijo a ustedes como única solución razonable que tengo a mi alcance y agradeciéndoles la oportunidad que nos brindan a través de su periódico para poder dar a conocer las injusticias a nivel de atención sanitaria que estamos sufriendo en nuestra ciudad.
En la madrugada del 21/01/25 avisé al servicio de urgencia del SAS 061. El motivo no era otro que el desvanecimiento repentino de mi padre con 81 años al levantarse de la cama para ir al servicio. Es paciente con pluripatologías. Las más severas son diabetes y cardiacas.
La pasada semana, día 16/01, jueves, sufrió parada cardiaca en el Hospital Infanta Margarita y, tras ser reanimado y estabilizado, fue derivado al Hospital Reina Sofía, donde fue sometido a un cateterismo de urgencia e ingresado en UCI para su observación ante la gravedad del caso.
Al día siguiente fue ingresado en planta de Cardiología para su tratamiento y control. Recibimos el alta hospitalaria el pasado día 20/01 por la tarde, con la indicación médica de que, ante cualquier signo de urgencia en su estado, llamásemos al servicio de emergencias 061.
Así, tras recibir la visita del equipo de urgencias del Centro de Salud Lucena 1, la doctora responsable del equipo determina su diagnóstico de trasladarlo nuevamente al hospital Infanta Margarita de Cabra para que allí realicen una valoración más exhaustiva.
Dicha doctora, en arreglo al protocolo establecido por el SAS, solicita el envío de una ambulancia convencional para el traslado de mi padre. Esta ambulancia solo es asistida por un solo profesional Técnico Emergencias Sanitarias (TES). Debido a esta circunstancia inexplicable e ilógica, me dirijo al servicio de urgencias del Centro de Salud Lucena 1 para pedir explicaciones a la doctora que ha atendido a mi padre y exponerle mi disconformidad con el protocolo seguido, ya que, debido a su historial cardiaco reciente, entiendo que lo más seguro es que el traslado se realice en una ambulancia SVA con un equipo completo de Médico + Enfermera + Técnico Emergencias. Al final, la doctora se atiene a lo que marca el protocolo y además lo reafirma con base en su diagnóstico de “situación estable”. Finalmente, mi padre fue trasladado en ambulancia convencional con la preocupación, angustia y miedo de que le ocurriera cualquier recaída cardiaca en el camino. Agradecer la excelente profesionalidad del técnico de emergencias en el desempeño de su tarea.
Mi familia y yo queremos comunicar a la ciudadanía la grave situación de la atención sanitaria que estamos sufriendo en Lucena. No es justo que los familiares tengamos que perder los nervios cuando observamos la falta de profesionales y servicios a la hora de atender a pacientes con patologías serias y con riesgo de su vida. Estas situaciones hacen que perdamos muchas veces el sentido de las directrices, algunas irracionales, marcadas por responsables puestos a dedo para defender los intereses de políticos que atentan contra los derechos fundamentales del ciudadano.
Como es natural, emití mi hoja de reclamaciones en el centro de salud y además vamos a realizar un escrito de protesta dirigido al gerente del área sanitaria Córdoba Sur, entregándolo en el registro del Hospital Infanta Margarita de Cabra. Animo a todas las personas que se vean afectadas por estas deficiencias a que reclamen y den la noticia en público.
Gracias a Lucena Hoy por ofrecer este espacio de "ventana ciudadana" donde dar a conocer las salvajes políticas sanitarias que ofrecen nuestros gobernantes.
Araceli Ávila Muñoz y familia.