“Las instituciones darán a los ciudadanos y a las asociaciones representativas, por los cauces apropiados, la posibilidad de expresar e intercambiar públicamente sus opiniones en todos los ámbitos de actuación de la Unión. Las instituciones mantendrán un diálogo abierto, transparente y regular con las asociaciones representativas y la sociedad civil” (Art. 11 del Tratado de la Unión Europea) (1)
Los grupos de interés desempeñan un papel fundamental en todos los sistemas políticos democráticos en el diseño de las políticas públicas. La participación en este proceso de una sociedad civil fuerte y activa es garantía de legitimidad de esas políticas. Aunque en la Unión Europea (UE) la sociedad civil es débil a nivel nacional, en Bruselas es más compleja y desarrollada que en la mayoría de las capitales nacionales, y no se diferencia mucho de la de Washington DC.
Los grupos de interés son grupos de personas, ya sea que estén organizados formal o informalmente, que trabajan para alentar o prevenir cambios en las políticas públicas sin tratar de ser elegidos ellos mismos. A veces también llamados "grupos de interés especial", "grupos de defensa" o “grupos de presión”, generalmente trabajan para afectar la política pública de manera que se beneficien ellos mismos o sus causas. (2)
El Pluralismo es el modelo clásico de la política de grupos de interés en los sistemas democráticos. La idea central es que el acceso abierto de ciudadanos particulares y grupos organizados a los que diseñan las políticas y toman decisiones, proporciona, por sí mismo, un sistema de contrapesos frente a los funcionarios estatales poderosos o grupos que secuestren la política (Bentley). Para cada grupo en particular que presiona para fomentar sus intereses siempre habrá otro grupo que defenderá la opinión contraria. Y como las divisiones sociales se entrelazan tendremos múltiples oposiciones a cualquier grupo determinado (Lipset).
En otras palabras, hay un “poder compensatorio” frente a cualquier grupo organizado que intente favorecer sus intereses privados contra el “interés público”. Para ello es imprescindible la igualdad de acceso al proceso político, y por tanto la igualdad de influencia en el mismo. Siendo esto como lo acabamos de describir, lo único que deben hacer los funcionarios del gobierno para favorecer el interés público es ejercer de “árbitros neutrales”.
A veces también llamados "grupos de interés especial", "grupos de defensa" o “grupos de presión”, generalmente trabajan para afectar la política pública de manera que se beneficien ellos mismos o sus causas.
Pero la teoría pluralista supone con ingenuidad que los grupos opuestos tendrán una igualdad natural de acceso al poder. Olson lo tenía claro; “… grupos relativamente pequeños podrán a menudo organizarse voluntariamente para actuar en apoyo de sus intereses comunes… los grandes grupos normalmente no podrán hacerlo, el resultado de la lucha política … no será simétrico … los grupos más pequeños … a menudo pueden vencer a los mayores, que son quienes normalmente, se supone, deben prevalecer en democracia. Los grupos privilegiados a menudo triunfan frente a fuerzas numéricamente superiores porque están organizados y suelen ser activos, mientras que los segundos normalmente están desorganizados y suelen ser inactivos.”
El motivo de esta disparidad entre grupos, para Olson, es la “lógica de la acción”; en la cual hay incentivos para unirse a un grupo que persigue beneficios solamente para sus miembros (intereses privados), mientras estos son escasos o inexistentes para unirse a un grupo que persigue beneficios para toda la sociedad (intereses públicos). Según esta idea en los intereses públicos la gente puede simplemente “subirse al carro” de las acciones de los demás. Es el caso de los “gorrones” o “freeriders” según distintos autores.
Es más probable que puedan organizarse los “intereses concentrados” como los intereses de productores, consumidores, trabajadores, etc., y menos probable que puedan organizarse los “intereses difusos” de la sociedad en su conjunto (Wilson).
Esta lógica de la acción sugiere que, en igualdad de condiciones pluralista, el acceso abierto al gobierno puede conducir a fuertes presiones sobre los cargos públicos y funcionarios por parte de los grupos bien organizados y concentrados, lo que daría lugar a resultados de política que benefician a los intereses especiales o particulares a expensas de los intereses de la sociedad en su conjunto.
Para superar este sesgo en los resultados del proceso político han surgido dos modelos alternativos de intermediación de los grupos de interés. En ambos, el Estado fomenta una estructura política de grupos específica para generar “outputs” más equilibrados en el Sistema. Son los modelos Corporativista y Neopluralista, a los que me referiré en otra entrega.
1. Grupos de presión y transparencia (europa.eu)
2. ¿Qué son los grupos de interés? Definición y ejemplos (greelane.com)