El Ayuntamiento de Lucena mantiene inalterable el proyecto llamado "Parque Europa" que cuenta con la unanimidad de los grupos políticos representados en la institución local. Uno de los argumentos del concejal de Urbanismo, César del Espino, se basa en la a priori lógica de que un proyecto de mayor envergadura, por presupuesto y tamaño, no se debe adaptar a otro de menor, sino que debe ser al revés de modo que lo que se promete es un "movimiento de sólo unos metros" de los huertos urbanos, sociales y ecológicos –remarquemos sociales y ecológicos-. Una movilidad que presume ampliaría el espacio para dichos huertos, sin embargo, en el proyecto aparecen 14 parcelas de similar tamaño a las actuales sin zonas comunes y en los actuales huertos contamos con 15 parcelas, zonas comunes y caseta de aperos. Por otro lado, el señor César del Espino muestra la "pretensión" del Ayuntamiento de continuar la línea de proyectos como los huertos urbanos estudiándose localizaciones a "medio plazo". Teniendo en cuenta los múltiples beneficios que los actuales Huertos están teniendo para la Sociedad y el Medio Ambiente, estamos plenamente convencidos de que su permanencia donde están supone un valor añadido al proyecto del parque y que los Proyectos deben adaptarse a las necesidades de la población y a nuestros compromisos con el Medio Ambiente, y no al revés.
Llama la atención la insistencia en la distancia y en el espacio que nuestro concejal muestra sin tener en cuenta, en cambio, la relevancia de lo que unos metros significan. Si, en primer lugar, esa "reubicación" resulta de facto la eliminación de los huertos actuales y de su entorno –algo que es de lógica elemental pues no se trata de trasplantar un geranio-, en segundo, lo que el proyecto correspondiente va a realizar con los huertos urbanos, sociales y ecológicos es una exclusión en toda regla. Pareciera que la estética no encajase con la de un proyecto tan ambicioso, con tan grandes cifras y de nombre tan elocuente como "Europa" cuando, por sus características, los huertos cumplen los objetivos que supuestamente persiguen fondos europeos como los utilizados para desarrollar el "Parque Europa" (fondos FEDER). En tercer lugar, y por dejarlo ahí, la distancia y el espacio generan incertidumbre cuando van acompañados de promesas políticas.
En unos momentos como los actuales donde imperan la inseguridad y la inestabilidad en todos los órdenes de la vida, no necesitamos más promesas, sino certezas. Y los huertos están, aquí y ahora, ayudando a numerosas familias –la soberanía alimentaria, es un ejemplo de tantos otros beneficios que suponen estos huertos en una crisis como la actual- y, cómo no, a una ciudad más ecológica de tal suerte que "no hay que quitar sillas de la mesa, sino poner más". Esto es, bienvenidos sean, claro que sí, el resto de proyectos de huertos que supuestamente se tienen pensados –ojalá que más pronto que tarde se hagan realidad- y el "Parque Europa", pero en un proyecto integrador que mantengan los espacios verdes existentes como son los huertos urbanos, que refleje las distintas vías ecológicas y haciendo pedagogía de ellas. Que falta nos hace a todos/as, incluyendo a nuestros/as dirigentes políticos.
De resultas de todo lo anterior, no sólo se excluyen a los huertos del proyecto, sino a los titulares actuales o futuros titulares de los mismos en momentos tan críticos como los que vivimos privándoles así de sus necesarios beneficios. Nuestros/as responsables (?) políticos toman con demasiada ligereza y trivialidad las consecuencias que subyacen en "el mínimo traslado de los huertos urbanos".
Dice John Michael Greer que "uno de los grandes regalos de la crisis es el hecho de que obliga a distinguir lo que es esencial de lo que no lo es". Parece que, triste e irresponsablemente, tal obligación, en temas como el que aquí nos trae, es ignorada.
Los Usuarios de los Huertos Urbanos Ecológicos de Lucena.