¡Bueno, bueno, bueno! ¿Ahora se da cuenta el concejal de IU en el ayuntamiento de Lucena, Miguel Villa, de las barbaridades que este gobierno hace con el tema de las subvenciones? Su "amigo" Vicente Dalda García Taheño ha estado toda su corporación denunciando estos casos y el señor Villa siempre lo ha criticado y se ha puesto de lado de sus amigos del PSOE, pero ahora parece que no eran tan malas las propuestas del señor Dalda. Ahora es el señor Villa el que quiere acaparar todo el protagonismo. No olvide usted, señor Villa, que la gran mayoría de los lucentinos han escogido al PSOE como gobernante y, si no recuerdo mal, usted le dio su confianza en la investidura. ¿Quién es el incoherente y el hipócrita?
Pero eso no es todo, ahora es el equipo de Ciudadanos el que hace un calco idéntico de las propuestas que durante cuatro años –y de forma reiterativa– ha estado haciendo el ex concejal Vicente Dalda respecto a cómo se otorgan –sin criterio ninguno– las subvenciones a colectivos de distinta índole. El mismo equipo que por ello lo tachaba de mezquino, insolidario, de ir contra corriente, de llevar la contraria a todos, etc. ¿Cómo es que ahora Ciudadanos cambia de opinión de esa manera tan drástica?
Y además resulta que nuestro alcalde Juan Pérez ahora sí está dispuesto a revisar el sistema de subvenciones. Cuando lo proponía Vicente Dalda todo era negativas, menospreciarlo y acusarlo de poner "palos en las ruedas". Juan Pérez, a pesar de lo dicho, sigue poniendo excusas y diciendo que sería una cuestión muy difícil. Y digo yo: si fuese fácil ¿para qué querríamos a unos políticos, supuestamente, bien cualificados?
De este asunto llegamos a varias conclusiones:
- Vicente Dalda tenía toda la razón en sus planteamientos, y los demás lo negaban sistemáticamente.
- Vicente Dalda no iba a contracorriente ni metía palos en las ruedas, pretendía ser justo y legal, eran todos los demás los que, al unísono, iban contra Dalda.
Los incoherentes, hipócritas y mezquinos son los que durante tanto tiempo se han negado a hacer correctamente lo que ahora están reclamando. Y como supongo que además son tan prepotentes y orgullosos que no lo reconocerán públicamente. Además pienso que deberían pedir perdón, no al señor Dalda, sino a sus propios votantes, por haber estado, durante tanto tiempo, haciendo la "vista gorda" a la gestión del presupuesto municipal en este tema tan particular y delicado.
Aun no sabemos lo que el Partido Popular de Lucena opina al respecto en este tema. Este partido, no lo olvidemos, también fue profundamente crítico con el concejal Vicente Dalda y siempre se mostró favorable al sistema empleado por el gobierno de subvencionar "a dedo".
A pesar de todo es para nosotros muy grato que se pueda cambiar el sistema de subvenciones a un método más coherente y equitativo, y que se pueda aumentar las cantidades a esas asociaciones de carácter benéfico, que siempre será poco, sacando dinero, por ejemplo, con la reducción de las asignaciones a los políticos como proponía VECINOS POR LUCENA.