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Conocer el tipo de alimentación y la calidad de vida y salud de las personas enterradas en la Necrópolis Judía de Lucena y, por extensión, de la comunidad medieval judía, ha sido el objetivo del estudio patológico dental llevado a cabo por la Universidad de Granada sobre los restos hallados en este cementerio, cuyas conclusiones se han presentado hoy en el propio recinto por parte del concejal de Patrimonio Histórico, Manuel Lara Cantizani, el arqueólogo municipal, Daniel Botella, y uno de los directores del estudio, Joan Viciano, quien ha trabajado junto a Stephano De Luca.
Empleando la observación de indicadores como la caries, el grado de desgaste del esmalte o los índices de sarro, el estudio ha podido determinar que el tipo de alimentación de las personas aquí enterradas estaba basada en la ingesta de productos propios de una comunidad agrícola, en la que cereales como el trigo o el arroz se consumían a diario. Los análisis también revelan un consumo de carne y pescado en proporciones más pequeñas.
Viciano ha resaltado asimismo el estudio de dos restos particulares, en los que se ha podido documentar un caso de posible gigantismo y algún trauma en las mandíbulas, lo que condicionaba de forma importante la alimentación, casos que se han presentado el XVII Congreso de la Sociedad Española de Antropología Física celebrado el pasado año en Barcelona.
Viciano ha agradecido al Ayuntamiento de Lucena la posibilidad de acometer un estudio de estas características y ha anunciado la redacción de un artículo científico basado en el estudio que se divulgará a nivel internacional.
El concejal de Patrimonio Histórico ha destacado igualmente la importancia del estudio, pionero en cuanto a restos óseos de necrópolis de las características de la de Lucena, así como la repercusión de los datos de cara a conocer mejor la comunidad judía que vivía en Lucena en torno al siglo XI, así como para seguir promocionando el pasado judío de la ciudad.
Botella por su parte ha hecho hincapié en la relevancia de este estudio dental, dado que los dientes presentan una mayor resistencia que el resto de piezas óseas, que se encontraban en un pobre estado de conservación, lo que ha impedido obtener datos más pormenorizados del estudio de los huesos.
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