El equipo de investigación de la Cueva del Ángel podrá iniciar desde hoy viernes las excavaciones arqueológicas en la Cueva y Sima del Ángel. A mediodía de ayer quedaron desbloqueados definitivamente los trámites administrativos que han impedido que los más de cuarenta voluntarios que desde el pasado 4 de julio participan en el proyecto hayan podido trabajar in situ.
El consistorio lucentino espera que hoy viernes llegue el documento que acredita la autorización, extendida por un periodo de un año, y los investigadores –procedentes de distintos países del mundo, como Australia, Estados Unidos, España o Francia– puedan excavar en la covacha –antiguo acceso a la sima, situada en la zona exterior– y continuar con los trabajos iniciados en 2013 en el interior de la sima, que ya arrojaron el descubrimiento de numerosos restos vinculados a la presencia del hombre correspondientes al periodo neolítico y calcolítico y donde el equipo que dirige Cecilio Barroso está convencido que pueden hallarse restos más antiguos, dada la configuración de dicho espacio como "vertedero" de la comunidad que durante miles de años habitó en el refugio exterior.
La consecución de los permisos de la Consejería de Cultura para trabajar en la cueva se ha convertido en un rosario de obstáculos que el Ayuntamiento y la Fundación Cueva y Sima del Ángel han intentado resolver tirando de paciencia, buena disposición y un continuado contacto con las distintas instancias técnicas y administrativas implicadas. Algo similar ocurrió el pasado año, cuando el equipo de trabajo, ante la evidencia de que no habría autorización, tuvo que desistir en su empeño.
La tardía campaña de excavaciones –los trabajos concluirán a finales de agosto– se presentará oficialmente la semana próxima. Se ha perdido casi un mes, pero queda otro para seguir desentrañando los secretos que esconde el que está considerado como uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico Medio en todo el mundo.