La concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Lucena, Mar Morales, ha hecho hoy un "balance positivo" de la recién concluida Feria Real del Valle.
Según Morales "en términos generales ha funcionado bastante bien y el nuevo formato ha tenido una gran acogida, aunque siempre hay cosas que mejorar". La edil socialista ha asegurado que "gracias al trabajo realizado durante los últimos años se ha conseguido una feria diferente, en un recinto amplio y ordenado, en el que seguiremos trabajando".
Sobre las quejas manifestadas por algunos adjudicatarios de las barras instaladas en la nueva Caseta Municipal por la presencia de empresarios de otros municipios o el excesivo número de las mismas con la consiguiente minoración del beneficio neto, Morales ha indicado que "desde el ayuntamiento, con la ley en la mano, no se le puede cerrar la puerta a participar a nadie". La edil de Fiestas indicó aquellos empresarios o colectivos con los que ha hablado han manifestado "que estaban contentos" y recordó que estas barras solo han tenido que hacer frente al pago de 500 euros y el enganche del suministro eléctrico, corriendo por cuenta del ayuntamiento el resto de gastos, incluida la programación musical.
Menos positivo ha sido el balance sobre las actividades programadas en la antigua Caseta Municipal para menores. La denominada "Feria Light" sigue sin encontrar un formato de éxito. "No ha ido mal pero tampoco ha habido una gran afluencia", indicó Morales, que reconoció que "tras tres años de cambios, tendremos que decidir si continuamos, ya que sin no funciona, no funciona". Según Morales, se ha registrado presencia de público en el tramo más bajo de edad, pero no así de jóvenes entre 13 y 15 años, lo que incluso llevó a modificar una de las novedades de este año, la prohibición de que entrasen al recinto los padres. Tanto Mar Morales como Antonio Rabasco, presidente del CCA Eliosana que colaboraba con esta actividad, han coincidido en señalar que es difícil compatibilizar actividades para un grupo de edades tan amplio.
Mejor han ido las cosas para las otras iniciativas conjuntas. Así, que según Rabasco, la II Quedada Flamenca, "duplicó las expectativas de asistencia" mientras que también se incrementó notablemente el número de visitas al punto de información situado en el "photocall", como lo demuestra el hecho de que se hayan distribuido 3.820 ejemplares del "pasaporte a la feria" frente a los 2.140 de la pasada edición.
Al hilo de este balance se ha llevado a cabo en las instalaciones de La Colmena el sorteo de los distintos regalos que ofertaba este documento, un fin de semana en un alojamiento de la Subbética, un cena romántica en un restaurante de la ciudad y una botella de vino.