La delegación de Lucena de Manos Unidas unirá este año su recaudación a la de otras parroquias de la Vicaría de la Campiña para sacar adelante un programa de apoyo a la formación profesional en hostelería dirigido a mujeres jóvenes de la provincia de Nacala, en Mozambique, donde este colectivo viene trabajando desde 1987, desarrollando proyectos que han servido para ayudar a casi 150.000 personas, especialmente desplazados, refugiados, infancia, juventud y población rural.
El proyecto cuenta con un presupuesto total de 94.284 euros y al frente del mismo se encuentran la congregación de Padres Paules del Instituto Politécnico "Cipriano Martir". Una vez desarrollado se prevé que se beneficien del proyecto 150 jóvenes de forma directa y otras 1.600 personas de forma indirecta.
En Mozambique los niveles de pobreza son extremadamente altos (especialmente en la zona norte), de tal manera que se considera que el 70% de la población vive por debajo del umbral de pobreza , y el 85,8% de los que trabajan ganan menos de 2 dólares al día. Con esos datos Mozambique ocupa el lugar 181 ( de 188 países que aportan datos) del IDH (índice de desarrollo humano).
En el Instituto Politécnico "Cipriano Martir" , Manos Unidas ha desarrollado con anterioridad proyectos educativos para la formación profesional en agricultura, gestión administrativa, ganadería, laboratorio, sanidad y , ahora , desde el 2019 , hostelería, para la formación de especialistas en el desarrollo potencial de esa zona costera.
Para recaudar fondos, durante el mes de febrero la ONG ha organizado en la localidad lucentina una serie de actividades entre las que se incluyen la lectura de un manifiesto el próximo viernes 11 de febrero –Día del Ayuno Voluntario– en la Plaza Nueva a las 18:45 horas, para continuar con la celebración de la Eucaristía a las 19:30 en la parroquia de Santiago Apóstol.
Posteriormente se celebrará una cuestación en las iglesias lucentinas los días 12 y 13 de febrero y otra por las calles de la ciudad el sábado, 5 de marzo, coincidiendo con un mercadillo solidario en la Plaza Nueva.
Una cena solidaria tras la Semana Santa, por la situación epidemiológica del COV-19 y otras actividades aún por concertar completarán la campaña.
Con el lema "Nuestra indiferencia los condena al olvido" la campaña de Manos Unidas quiere alzar la voz ante la creciente indiferencia ante la pobreza que se extiende por muchas zonas del mundo, así como "poner en el centro la cultura de la solidaridad frente a la cultura de la indiferencia, porque, si no reaccionamos, sin nuestra mirada, atención y apoyo, los más pobres del planeta serán olvidados y se harán invisibles".
