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Los investigadores del equipo de excavación de la Cueva del Ángel consideran que la gran acumulación de restos óseos descubierta en el interior de la sima durante la campaña desarrollada entre el 23 de julio y el 16 de agosto pasados podría estar asociada a un ritual megalítico, durante el cual la sima fue utilizada como el osario donde se depositaban los restos acumulados en la covacha superior, lo que supondría "un hecho excepcional" en la prehistoria española, si bien las investigaciones que se desarrollarán próximamente y en el futuro podrán determinar el ritual empleado así como establecer pautas demográficas o patologías de las poblaciones del III Milenio a.C., y que hasta la actualidad son poco conocidas.
En esta zona se ha descubierto un número importantísimo de restos humanos en torno a 500, incluidos cráneos, huesos largos, asociados a cerámicas prehistóricas. Un estudio preliminar de aproximadamente el 20 por ciento de dichos restos ha determinado un número mínimo de 13 individuos, más de la mitad de los cuales corresponde a individuos infantiles.
PLATAFORMA EXTERIOR
Además, el informe preliminar de la Fundación Cuevas y Sima del Ángel señala que durante la campaña del verano se ha excavado la plataforma exterior de la Cueva del Ángel, confirmándose que dicha área fue utilizada por los homínidos del Pleistoceno Medio como lugar de carnicería y consumo de la fauna cazada o carroñeada, y donde se mantuvo un área de hogares que configuran la mayor actividad del fuego conocida en el mundo durante este período.
Igualmente, se ha comenzado la limpieza de una pequeña cavidad anexa a la plataforma exterior, con fracturación de bloques y extracción de los mismos. Durante esta labor se han detectado y recogido numerosos restos óseos humanos asociados a cerámicas prehistórica, medieval y actual.
En este caso los restos humanos, pertenecerían como mínimo a once individuos entre los cuales hay individuos infantiles y, al menos, uno perinatal, los cuales parecen corresponder a un ritual de inhumación colectiva, propio de la religión megalítica que se desarrolló durante la Edad del Cobre.
Así pues, se trataría de una pequeña cavidad que fue utilizada por los homínidos del Pleistoceno Medio como lugar de hábitat, y posteriormente por los del calcolítico como lugar de enterramiento.
La campaña, enmarcada en un proyecto general de investigación arqueológica autorizado por la Junta de Andalucía, bajo la dirección de los arqueólogos Cecilio Barroso y Daniel Botella y financiada por la Fundación Cuevas y Sima del Ángel y el Ayuntamiento de Lucena, ha contado con la presencia de científicos de rango internacional como Christophe Falguères, director del Departamento de Prehistoria del Museum National d'Histoire Naturelle de París; Alfredo Pérez, director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos; Manuel Pozo Rodríguez, profesor de Geología de la Universidad Autónoma de Madrid, y Anne Marie Moigne del Centre Européen de Recherches Préhistoriques de Tautavel (Francia); al tiempo que han participado más de 30 colaboradores procedentes de toda España.
La Fundación Cuevas y Sima del Ángel tiene por objetivo desarrollar y amparar la investigación científica de este yacimiento, implicándose igualmente en la búsqueda de recursos económicos que hagan viable este proyecto excepcional en el país.