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Esta semana han comenzado a instalarse las casetas de la zona de ampliación del recito ferial y a partir de mañana lunes el real comenzará a convertirse en un hervidero de gente, trabajando para dar forma a nuestra Feria Real del Valle, que verá encenderse su portada el próximo viernes, 6 de septiembre.
A las casetas tradicionales del ayuntamiento, la Hermandad del Rocío, la Peña Taurina, San Cristobal o Izquierda Unida se sumarán una decena de casetas más, a ambos lados de la calle principal del nuevo recinto, que recibirán a durante cinco días a un público eminentemente juvenil.
El proyecto de montar una caseta de feria no es fácil ni está exento de un importante riesgo económico. El presupuesto de montaje puede situarse entre los 12.000 y los 20.000 euros, en función del tamaño, la decoración de la misma y las comodidades que pretenda ofrecer al público.
Una caseta tipo de 400 metros cuadrados de superficie paga 2.400 euros por la instalación de la carpa (6 euros por metro cuadrado) y otros 1.600 euros por la ocupación del suelo (4 euros por metro cuadrado). Son los primeros gastos, a los que hay que sumar montaje, decoración e instalaciones generales.
El plazo medio de montaje se situa en torno a los diez días, desde que comienzan a montarse las carpas hasta que todo está listo para la jornada inaugural. Después vendrán las maratonianas jornadas de trabajo. En cada una de estas casetas trabajarán entre 10 y 15 personas, incluyendo al menos 8 personas en barra y cocina, dos guardias de seguridad y algún disjockey. Normalmente se trata de failiares, amigos y conocidos de los promotores. No se buscan tanto "profesionales de la hostelería" como personal joven, capaz de atraer público a la caseta.
La feroz competencia, a la que se suma el cercano "botellón", hace necesario agudizar el ingenio: buscando una masiva presencia en las redes sociales desde unas semanas antes de la feria, inventando promociones, utilizando relaciones públicas que reparten invitaciones en el ferial, ofreciendo "bonos" que garantizan la fidelidad del cliente a cambio de conseguir mejores precios e incluso ofertando música en directo.
Casi desde el primer día el recinto denota que casetas serán las reinas de la feria. La experiencia de los promotores consultados indica que menos de la mitad de las casetas instaladas en el recinto ganarán una cantidad de dinero que justifique el esfuerzo. Es una lotería medida, ya que, como en todo, hay "clásicos", en su mayoría establecimientos de copas que se trasladan por feria y alguna cofradía, que tienen muchas papeletas para saldar con éxito la aventura. Del resto, algunos cubrirán gastos y otros incluso perderán parte de la inversión.
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