"Una referencia en fotografía de boda, estudio y publicidad, con un cuidado diseño de álbumes y tratamiento de imágenes". Así presentan al lucentino Rafael Muñoz Marín en la página web de la Federación Española de Profesionales de la Fotografía. Este colectivo integra a más de 1.300 profesionales y engloba a 26 asociaciones. El pasado 4 de junio publicó una entrevista al gerente de Rafael Fotografía y recorrió la trayectoria de un lucentino que aprendió y continúa adquiriendo conocimientos de su padre.
Todo comenzó cuando Rafael Muñoz Marín tomó su Primera Comunión. Su progenitor le regaló una réflex, modelo Mamiya ZE. A partir de ahí, comenzó una pasión irrefrenable y constante por el arte visual. A los 13 años ya realizaba vídeos y cuando cumplió los 21 decidió dedicarse exclusivamente a la fotografía industrial y publicitaria.
Rafael Muñoz Marín califica su estilo como "sencillo y elegante" y apuesta por el valor sentimental y eterno de sus creaciones. En una de sus respuestas, expone que cuando toma la captura piensa en el resultado final y que no es partidario de "retocar en exceso".
En cuanto a lo más importante en una sesión de trabajo, señala que el ambiente debe ser agradable y que se ha de encontrar la máxima sintonía entre el autor y el cliente. De lo que se muestra más orgulloso es de haber superado los "numerosos restos" que se ha planteado y de "poder seguir viviendo" de una "profesión tan bonita". Cita como dos de los principales inconvenientes de su ámbito "la crisis y el intrusismo".
De igual modo, subraya que la formación es inexcusable y ensalza la ilusión como un aspecto esencial para desarrollar su ocupación. "Mi padre nos enseñó que lo primordial es la calidad y la formalidad, creo que todo el que entra en nuestro estudio percibe estos valores que para nosotros son fundamentales". De esta forma concluye la entrevista elaborada por FEPFI y que se puede leer íntegramente en este enlace: http://blog.fepfi.es/entrevista-a-rafa-munoz-marin/
MANUEL GONZÁLEZ