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MANUEL GONZÁLEZ @m_gonzalezgcia
'Este libro ayudará a muchas familias. Nadie permanecerá indiferente'. Con estas palabras definió su propio libro José Carlos Aranda, un profesor cordobés de Lengua y Literatura, que este viernes presentó 'Inteligencia Natural' en el Salón de los Espejos del Circulo Lucentino. 'El objetivo es recuperar la ilusión por educar y devolver a la familia esa necesidad urgente de enseñar, no el conocimiento, sino la felicidad del ser humano. La felicidad es la puerta de la vida'.
'Este libro ayudará a muchas familias. Nadie permanecerá indiferente'. Con estas palabras definió su propio libro José Carlos Aranda, un profesor cordobés de Lengua y Literatura, que este viernes presentó 'Inteligencia Natural' en el Salón de los Espejos del Circulo Lucentino. 'El objetivo es recuperar la ilusión por educar y devolver a la familia esa necesidad urgente de enseñar, no el conocimiento, sino la felicidad del ser humano. La felicidad es la puerta de la vida'.
José Carlos Aranda, doctor en Filología Hispánica, transmite ideas nítidas: 'tenemos que educar hijos felices no sabios, y si queremos que algún día sean sabios y además felices, deberemos educar personas'. Esta obra es la primera de un método que atiende a las cuatro inteligencias del ser humano, no solo la cognitiva, sino la emocional, la social y la moral, desde el momento del embarazo hasta la adolescencia.
El autor aporta a 'Inteligencia Natural', entre otros valores, su experiencia a lo largo de treinta y cuatro años como profesor y maestro en Écija, Lora del Río, La Carlota y Córdoba. El destino principal del libro ha de ser los profesores y los padres. José Carlos Aranda ya ha completado un segundo volumen de esta misma colección que abarca hasta la adolescencia. En esta primera parte se refiere al período comprendido entre los cero y los doce años.
El manual, distribuido por la editorial Toro Mítico, se puede adquirir en cualquier librería y consta de 300 páginas. 'Es un método educativo para fomentar las capacidades y las potencias propias de cada niño y, así, evitar su crecimiento con la negatividad, la desesperanza, la desilusión y otras lacras. Ha de insistirse en la autoestima', declaró José Carlos Aranda, quien concluyó manifestando que el primer eje educativo es la familia, luego los centros educativos y finalmente la sociedad.
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