Comprometidas con el movimiento asociativo entre las mujeres; inseparables desde que nacieron hasta el ocaso de sus intensas vidas; anticipadas a los dictados ortodoxos del siglo XX; entusiastas en los diferentes ámbitos que frecuentaban. Mari y María Luisa Gómez Pulín, fundadoras y presidentas de la Asociación de Mujeres Caridad y Fe, y estrechamente vinculadas a Mujeres en Igualdad –antes Mujeres para la Democracia-, colectivo que en la noche de este viernes les tributó un homenaje que reavivó la estela de unas figuras femeninas que contribuyeron a fraguar un sedimento amplificado en la actualidad.
Mayra Cabeza –hija de Mari, aún viva en un mundo nostálgico- y Javier Gómez Molero, sobrino de ambas, leyeron, a dúo, una semblanza conjunta y condujeron un acto emocionante, ameno y que aspiraba –y consiguió- recordar a Mari y María Luisa con una sonrisa perpetua. "Hicieron cosas cuando no era normal que las mujeres de su época las realizaran", afirmaba Javier.
María Luisa Gómez –fallecida tiempo atrás- completó los estudios de auxiliar de clínica, "algo impensable", por aquel entonces, y atendió a neonatos –"así se llenó su vida con los hijos que no le dio Dios"- en los hospitales Infanta Margarita de Cabra y Reina Sofía de Córdoba. Su padre le inculcó a Mari la pasión por la lectura, el teatro y la poesía.
Las ramas genealógicas Gómez –arraigada en Lucena- y Pulín –de procedencia suiza- convergieron en Mari y María Luisa, quienes, de niñas, jóvenes y adultas, habitaron metros cuadrados anexos en la calle Mesón.
La concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Lucena, María del Mar Morales, se prestó a "resaltar a dos mujeres extraordinarias, amigas entrañables de mi familia, fundamentalmente de mis padres y, en especial, de mi madre, Carmencita Martínez". Morales mostró su gratitud a Mari y María Luisa "por haber enriquecido" el área que ella dirige "con trabajo, colaboración y aportaciones". Carmencita Martínez, madre de María del Mar, y presente en el Palacio Erisana, subrayaba, a través de su hija, "el humor, la simpatía, la amabilidad con todo el mundo y el hacer felices a los demás" de María Luisa y también se refería a Mari "por ser como eras, por guapa, belleza indiscutible, donde las haya, llamaba la atención allí por donde pasaba, por tu inteligencia, pero, sobre todo, por tu amistad".
En su alocución, Teresa Ruiz Canela, presidenta de Mujeres en Igualdad, colectivo al que pertenecieron Mari y María Luisa Gómez Pulín, aludió a "la participación" permanente de las dos en las actividades programadas por la asociación y reparaba en las labores de costura que efectuaban "en la sala baja" de su casa "con dos maquinas de tricotar hacían rebecas, jerséis y chalecos, por allí desfiló casi toda Lucena".
En el transcurso de la noche, Mayra Gómez Parejo ofreció una magistral y expresiva lectura poética de la obra Juerga en el cielo, redactada por el autor andaluz Manuel Benítez Carrasco al guitarrista español Ramón Montoya. Mayra Cabeza, Teresa Ruiz Canela e Isidro Arroyo interpretaron el sainete Los chorros del oro de los Hermanos Álvarez Quintero, creación teatral, que reprodujeron con una admirable desenvoltura y naturalidad, extrayendo las carcajadas del público, que en su día protagonizaron Mari y María Luisa. Araceli Muñoz Mata puso el toque flamenco, al bailar una sevillanas en el tramo final, y la banda sonora del acontecimiento provenía del vals Brillante, compuesto por Arturo Pulín y reproducido para la ocasión por Fernando Chicano Martínez. La recaudación –el donativo era de tres euros- se donaba al Club Juvenil Alicena.