Aunque no pudo estar presente físicamente, Manolo Lara no faltó este jueves a la presentación de su último libro en un patio de la Biblioteca repleto de familiares, amigos y compañeros de política, de letras y de vida. Y es que no faltaron en este rincón literario de la calle Flores, en el que tantas horas ha pasado durante los últimos años, su entusiasmo, su valentía, su espontaneidad, sus ganas de crear y vivir, presentes en cada verso de Catadora, su último poemario.
Jacob Lorenzo y Juan Pérez fueron los maestros de ceremonias de la puesta de largo de esta Catadora insaciable de vino y amor. El primero como "hijo de papel" de Lara Cantizani y cuidador, hasta el último detalle, de la publicación. El segundo como amigo de batallas, viajes y experiencias del poeta concejal y profesor poeta. Se sumaron a la presentación la hermana del autor, Inma Lara y el actor y compañero Julio Flores, dando lectura a algunos de los poemas y la música de José Luis Arrabal y Domingo Escobar para poner banda sonora al acto.
Catadora es un poemario breve que destila amor, compuesto por 44 poemas y 25 haikus, 69 composiciones, "número perfecto para un poemario eminentemente erótico", apuntó Lorenzo. Con prólogo de Luis Alberto de Cuenca –uno de los poetas más amados del autor– la obra se divide en cinco partes, que se inician con La uva alba de la luna, a modo de carta de presentación a la que no escapan las complicadas circunstancias en las que ha sido escrito parte del libro durante los últimos meses, para seguir con varios madrigales en la segunda, la intensa brevedad de Vendimia, los 22 haikus de la cuarta y las últimas composiciones desde un punto de vista cronológico de la quinta, agrupadas bajo el título El tigre impar. La portada la firma Jaime Jurado a partir de una fotografía de Juan Luis Corbella.
Lara Cantizani se convierte en este poemario en una catadora de vinos, que narra sus relaciones con los hombres, "a los que compara, saborea, huele, desprecia o bebe", según Lorenzo, que señalaba que es éste "un libro que Manolo se debía a él mismo" y que comenzó a escribir hace cuatro años, pero no pudo terminar hasta hace unos meses, en plena convalecencia de la enfermedad con la que sigue peleando desde entonces.
Juan Pérez comenzaba su intervención con una cita de Paulo Coelho –"Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree."– que el autor brasileño podría haber escrito pensando en Manolo Lara.
"Ese y no otro es el lenguaje interior de Manolo Lara en su poemario, en su día a día, en sus citas y en sus obras, en su legado y su anecdotario, vasto, elocuente, sincero y cautivador", afirmó Pérez, según el cual "Lara Cantizani escribe con exquisita delicadeza y emotividad a través de la innumerable diversidad de escenarios que lo habitan, también en circunstancias adversas para él, que lejos de ser un contratiempo, han supuesto un reto, una oportunidad para seguir creando belleza a través de la poesía".
Son pinceladas para conocer Catadora, el último regalo poético de Lara Cantizani, "el mejor libro de poesía del mundo", según su hermana Inma.
Este jueves recogió su primer y caluroso aplauso, que seguro que no será el último para esta obra madura como la uva de los vinos que degusta su protagonista.