El pasado día 19 fallecía en Córdoba el fotógrafo lucentino Antonio Muñoz Cañete, "Antonio Ortega". Fotógrafo de cuna, Antonio nació en la calle de la Aurora y desde su infancia estuvo ligado al mundo de la fotografía y a su ciudad, que reflejó a través del tiempo en múltiples formas, hasta el punto de convertirse en el auténtico cronista gráfico de la Lucena de la segunda mitad del siglo XX.
"Bohemio, soñador, anárquico y disciplinado en circunstancias determinantes. Profundo apasionado de los encantos femeninos. Amante de la lectura, de la música, de la pintura, de los perros y de los grillos. Perito en nubes y en amapolas. Moderadamente curtido en la universidad de la vida", como lo definiría su buen amigo Luisfernando Palma, en el libro Lucena escrita con la luz, Antonio Ortega, siempre junto a su esposa Ana, reflejó durante décadas el devenir de una ciudad en crecimiento, dejando a través del objetivo de su cámara constancia viva de los cambios de nuestras calles y plazas, de sus variadas manifestaciones culturales, religiosas, sociales, políticas o económicas, legando para generaciones futuras un archivo gráfico inmenso, del blanco y negro al color, del pueblo a la ciudad.
De ese trabajo incansable, son muestra viva sus publicaciones, Ana y Antonio ven la Pasión en Lucena, obra de fotografías de la pareja con textos de Luisfernando Palma Robles y Francisco López Salamanca, publicada en 1994.
En 1997 publica el mencionado Lucena escrita con la luz. Ya en el presente siglo, en el año 2000 "se asoma a la celosía de sus pensamientos" para adentrarse en su Memoria confesable, relatos que llegan hasta 1954 y que han de considerarse como la otra historia de Lucena y en 2008 aparece Lucena, punto de encuentros.
Más recientemente, en 2023, la Biblioteca Pública Municipal acogía la presentación de su último compendio gráfico de la ciudad a la que tanto amó: Mi paisaje, su quinto libro, en el que, una vez más, unía la fuerza de sus fotografías a la palabra, en una simbiosis "foto-literaria" capaz de devolver al espectador a un pasado todavía reciente de Lucena a través de su fina sensibilidad: el patrimonio monumental, los oficios, las industrias o comercios, la naturaleza, la Virgen de Araceli, el Corpus, la Semana Santa, las procesiones infantiles o las imágenes de Lucena bajo un manto de nieve.
Destacó Luisfernando Palma entonces que, a sus 95 años, Ortega "mantenía viva la ilusión y el entusiasmo de un muchacho de 19" y advirtió que "haría bien nuestro ayuntamiento haciendo propietaria a toda la ciudadanía del archivo fotográfico, inmenso en cantidad y calidad, de Ortega". Hoy, con su falta, ese deseo cobra doble valor.
Descanse en paz Antonio Antonio Ortega, el fotógrafo de Lucena.