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El Ayuntamiento de Lucena vuelve a tener en su punto de mira la adquisición del yacimiento arqueológico de Morana, en el que se han constatado restos de una ciudad ibero-romana con presencia desde Bronce final, en el siglo VIII (a.C.), hasta la época árabe.
Esta semana, el alcalde, Juan Pérez, acompañado por los cuatro tenientes de alcalde y los técnicos del Museo Arqueológico han realizado una visita a esta zona, situada en la carretera de Jauja, y catalogada como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía, cuya adquisición y puesta en valor está en la agenda del Consistorio lucentino desde hace décadas.
Manuel Lara, edil de Patriomonio, ha indicado a LucenaHoy que la visita tenía por objeto conocer in situ los restos conservados de cara a su conservación. En este sentido, Lara indicó que el Ayuntamiento instará a los propietarios de los terrenos a la protección de las estructuras existentes en la zona, a la que vienen obligados legalmente y no descarta iniciar los procedimientos que desemboquen en la adquisición de dichos suelos para que se integren en el patrimonio municipal.
A nadie escapa que los terrenos que ocupan unas 15 hectáreas- tienen un nulo aprovechamiento agrícola y el precio de este tipo de suelos es en estos momentos muy bajo, por lo que la compra de los mismos podría ser en estos momentos más asequible que en el pasado.
El ayuntamiento llevó a cabo en 2006 el deslinde de los terrenos, la planimetría de la zona y la valoración económica de los cuatro sectores en los que se divide e inicio un expediente de segregación para facilitar un acuerdo con los tres propietarios de esta zona arqueológica, cifrándose el valor de los suelos en unos cien mil euros, cantidad que algunos expertos consultados consideran que actualmente podría rebajarse sustancialmente. Junto a la segregación a través de un convenio de colaboración con los propietarios, el ayuntamiento también podría contemplar, en su caso, la expropiación.
El paraje de Morana, situado cerca del río Anzur cuenta con 1,2 hectáreas correspondientes a la necrópolis, ocho de la ciudad íbera de Morana, cuatro del cerro Acebuchoso, así como un bosque mediterráneo anexo.
Cabe recordar que el consejo de gobierno de la Junta de Andalucía declaró el 6 de marzo de 2000 como Bien de Interés Cultural, con el rango de Zonas Arqueológicas, los restos Las Laderas de Morana. El yacimiento responde a un modelo de fortificación en lugar elevado muy característico de la población protohistórica del valle del Genil. Aunque no se han encontrado huellas arquitectónicas anteriores a la presencia íbera, los restos cerámicos recogidos permiten datar la primera ocupación del enclave en la época tartésica. Del período ibérico han quedado vestigios de una doble línea de muralla y de un baluarte defensivo, a los que se suman otros hallazgos procedentes de la ocupación romana como cisternas, tumbas hipogeas, un almacén y otros elementos constructivos.
La positiva experiencia que ha supuesto la puesta en valor de otros yacimientos similares en el sur de la provincia como Torreparedones en Baena, el Cerro de las Cabezas en Fuente Tójar, Cerro de la Cruz y El ruedo, en Almedinilla, o la villa romana de Fuente Álamo en Puente Genil, animan al equipo de gobierno a retomar nuevamente este viejo proyecto.