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Anoche quedó inaugurada la XVIII Cata de la Cerveza, que organiza la Cofradía de la Oración en el Huerto, en su nuevo emplazamiento del llanete del Cristo de la Sangre, junto a la parroquia de Santo Domingo en la que tiene su sede.
Cuatro días para disfrutar de esta tradicional cita del verano lucentino, que gozó ayer de una excelente acogida por parte de un público eminentemente joven, ávido de degustar durante estos días algunas de las más de sesenta variedades de cerveza de países como España, Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, República Checa, EEUU, Brasil, México o Australia, que este año se ofrecen en la cata, algunas menos que en ediciones anteriores debido a la premura con la que finalmente se ha organizado la actividad por los iniciales problemas sobre su ubicación.
En total más de 8.000 botellines de cervezas rubias, afrutadas, negras, rojas, tostadas y también cervezas sin alcohol, según el hermano mayor de la cofradía, Antonio Ramírez, que junto con los veintidós miembros de la junta de gobierno de la cofradía y un buen número de colaboradores y amigos trabajarán durante estos cuatro días para que la "cata" sea un éxito.
Además, para minimizar las molestias a los vecinos este año se ha reducido una hora en las jornadas del viernes y sábado, unificando el horario de 21:30 a 02:00 horas durante toda la "cata" y también se ha eliminado la música de ambiente y se han dispuesto servicios en la sede del Centro de Orientación Familiar Juan Pablo II, en el edificio Los Maristas. El evento cuenta además con una clara componente social, ya que parte de lo recaudado es donando cada año a fines sociales o benéficos, mientras que el resto sirve para financiar las actividades y funcionamiento de la cofradía durante el año.
No obstante, Antonio Ramírez se mostraba excéptico sobre la posibilidad de que la cata vuelva a celebrarse en su formato habitual, aunque todo dependerá de la marcha de esta edición, que a juzgar por lo visto anoche, volverá a ser un gran éxito. No obstante la cofradía ya piensa en otras alternativas en torno al mundo de la cerveza a celebrar durante el otoño en un emplazamiento menos cercano al casco urbano, como podría ser la Plaza de Toros.
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