En los próximos días se iniciarán los trabajos de una nueva campaña en la Cueva del Ángel.
Tras la excavación realizada en el interior de la cueva durante el pasado año, este verano el trabajo se centrará en la investigación y catalogación de las piezas encontradas en la pasada campaña.
El equipo, liderado por el arqueólogo Cecilio Barroso, contará con una treintena de componentes, entre los que figuran prestigiosos investigadores de los centros franceses con los que la Fundación Cueva y sima del Ángel mantiene acuerdos de colaboración algunos de ellos se encuentran ya en Lucena y profesores e investigadores de distintas universidades españolas.
Los trabajos, que según el concejal de Cultura, Manuel Lara, se iniciarán antes de la fecha prevista del 15 de julio, se realizarán principalmente en las instalaciones del complejo educativo de Los Santos, cedido por la Consejería de Educación para tal fin, tras la autorización de los mismos por la administración autonómica y el acuerdo con la dirección del centro.
2013, UNA CAMPAÑA EXCEPCIONAL
El pasado año, durante un mes de trabajo en el que participaron más de 35 investigadores de diferentes países y distintas ramas arqueología, historia, paleontología o geología, entre otras disciplinas se encontraron más de 800 restos, la mayoría de ellos humanos, que vinieron a ratificar el presentimiento de que ambos yacimientos cueva y sima suponen una ventana, abierta de par en par, al estudio de los preneandhertales en la península ibérica y la evolución de los primeros homínidos en el amplio periodo que va desde el Paleolítico Inferior hasta el Cobre y el Bronce.
Entre los restos hallados figuraban una decena de cráneos, y numerosísimos fragmentos de tibias, peronés, vertebras, mandíbulas y piezas dentales, que nos hablan de un poblamiento continuado de la zona durante toda la edad del cobre, hasta 4.500 años antes de Cristo, momento emergente de las primeras sociedades complejas organizadas ligadas con los asentamientos del paleolítico medio que revela la zona de la cueva exterior.
Los restos aparecieron en buen estado de conservación y pertenecen a una población joven, con numerosos restos infantiles, que revelarían un elevado índice de mortalidad a edades tempranas. La abundancia de los restos encontrados en apenas 6 metros cuadrados durante este reducido espacio de tiempo arrojan dos hipótesis, la utilización de la sima como lugar al que se arrojaban los individuos muertos de la comunidad que habitó en el abrigo de la cueva, unos cuarenta metros más arriba, o la utilización de la misma como osario.
Sin embargo, la excavación acaba con la sensación general de que lo mejor está por llegar en los próximos años. El ayuntamiento dispone de un proyecto general de investigación para seis años, tres de excavación y otros tantos de estudio de materiales, y se espera que la junta autorice la realización de nuevas excavaciones en las dos próximas campañas.
De hecho, la superficie excavada apenas supone un uno por ciento del total, y solo se han investigado los niveles sedimentológicos más superficiales, en los que han ido apareciendo sucesivamente y en orden inverso a su antiguedad restos que van desde la época árabe, a la romana y especialmente de la Edad del Bronce. Se espera que en los próximos años esos restos lleven hasta el Neolítico y el Paleolítico, confirmando un uso continuado de la zona como asentamiento humano.