San Valentín es la ocasión perfecta para demostrar amor y cariño a quienes queremos, y qué mejor manera de hacerlo que con un dulce detalle hecho con esmero. La pastelería desempeña un papel protagonista en esta fecha especial, tanto en forma de postres como de pastelería. Desde tartas decoradas con corazones hasta bollería glaseada o decorada con motivos románticos, las opciones para endulzar el Día de los Enamorados son infinitas.
Hacer postres en casa para San Valentín no solo es una experiencia divertida, sino también una forma de demostrar amor con esfuerzo y la creatividad. Además, permite personalizar los dulces con los sabores favoritos de nuestra pareja. Desde una sencilla tarta casera hasta sofisticados postres de repostería, la clave está en el cariño con el que se preparan.
Pero si, como en nuestro caso, no eres un experto en la cocina, no te preocupes. Hay todo un universo dulce que vuelve cada 14 de febrero. Para aquellos que prefieren comprar un postre ya hecho, muchas pastelerías ofrecen ediciones especiales para San Valentín. En la Panadería Aracelitana, de Lucena, saben mucho de esto. Juan Guardeño, gerente de este establecimiento que muy pronto celebrará dos décadas haciendo buen pan, pizzas, bollería y pastelería, nos cuenta en su tienda de la calle Federico García Lorca, cuáles son los productos estrella de estas fechas especiales, que suponen un empujón importante de ventas tras un arranque de año que siempre se hace un poco cuesta arriba para la economía familiar tras los excesos de diciembre.
Al pensar en San Valentín, es inevitable imaginarse un postre lleno de corazones, chocolate y colores pastel. Así las cosas, el producto estrella sigue siendo la tradicional "Tarta de San Valentín". Las tartas en forma de corazón son un clásico infalible al que cada vez se suman más sabores. En Panadería Aracelitana las hacen de Kinder, chocolate blanco, chocolate negro, nata con mermelada de fresas o fresas naturales... todas decoradas con un toque romántico.
Otra gama de producto son los postres semifríos. Aquí los encontrarás, por ejemplo, de tres chocolates o de fresas y nata, dos sabores muy demandados en la fiesta del amor.
Juan Guardeño nos comenta que también se visten de San Valentín otros productos tradicionales de la bollería como los donuts, decorados con cremas de colores, toppers de corazón y rellenos sorprendentes.
A toda la gama de dulces se suma la decoración con motivos propios de la fecha del resto de productos o incluso algunas golosinas especiales como las piruletas de fresa en forma de corazón o las gominolas en forma de rosa, la flor tradicional de esta celebración, para poner un toque divertido.
En definitiva, San Valentín es una excelente oportunidad para compartir un momento dulce con la persona que amamos. Ya sea con un postre casero o una creación de alta pastelería, lo importante es celebrar el amor con un toque de dulzura.