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Una afluencia de público similar a la feria del pasado año pese a contar con un día menos, una importante disminución de gente de localidades cercanas y un gasto ligeramente inferior al de anteriores citas. Estas son las conclusiones generalizadas entre los responsables de casetas instaladas en el Recinto Ferial consultados por LucenaHoy a la hora de hacer balance de la reciente Feria del Valle.
Sábado y domingo fueron los días que llevaron una mayor cantidad de público al recinto ferial. El sábado estaba llamado a ser el "día grande" de la feria, pero la programación del concierto de Medina Azahara en la noche del domingo que sumó en la Caseta Municipal a más de dos mil personas e incluso obligó a regular el acceso a la misma también actuó como revulsivo.
A ello se suma una cierta recuperación de la feria de medio día, sobre todo en la zona tradicional del Real, gracias a las actividades programadas desde la Caseta Municipal, aunque en general las casetas de comida coinciden al apuntar que "se han consumido más bocadillos que raciones", por aquello de la crisis y en general se mantiene la tónica de años anteriores de bajar a la feria "a media tarde" en lugar de hacerlo "a medio día", sobre todo entre los jóvenes.
PROPUESTAS
Para potenciar la feria de mediodía, los empresarios consultados coinciden al indicar que sería conveniente unificar todas las casetas en una misma zona y no separar las de obra y las desmontables y la mayoría proponen hacerlo en el recinto tradicional, desplazando la "calle del infierno" y el resto de puestos a la zona nueva o la avenida Miguel Cuenca Valdivia. También solicitan la programación de espectáculos de un nivel similar a los de la noche para el medio día y una mejor organización del paseo de caballos "como un atractivo más".
Otra causa común de los empresarios de casetas es el daño que ocasiona el "botellón", ubicado a escasos metros de las casetas de la zona joven. Es unánime la petición de una ubicación "provisional" más alejada del recinto y de una mayor vigilancia del mismo. La queja se hace extensiva a la prohibición de apertura en la noche del jueves "no solo por restar un día de negocio, sino por la tardanza en tomar la decisión, después de haber dado el visto bueno en los días previos".
En cuanto a las fechas, los empresarios consideran acertada la intención municipal de buscar una fecha fija, intentando evitar la coincidencia con otras ferias cercanas y haciendo coincidir la fiesta local siempre con un viernes o un lunes, es decir, una feria de jueves a lunes (festivo lunes) o de miércoles a domingo (festivo viernes), con día del Niño y precios reducidos en la primera jornada, como suele ser habitual.
La mayoría de los seis empresarios consultados considera que el Ayuntamiento "nos escucha pero no ejecuta las ideas propuestas por los caseteros". En este sentido hablan de "desunión" entre los empresarios y algunos de ellos apuntan tanto a la creación de una asociación de empresarios de casetas "para hacer más fuerza", como a la conveniencia de adelantar del proceso de contratación y celebrar reuniones de preparación de la feria a los meses de abril o mayo.
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