Hace ya mucho tiempo que decir flamenco vuelve a ser decir Lucena. Nuestra ciudad vive una nueva edad de oro gracias a voces como las de Antonio Nieto, Araceli Campillos o Tete Pineda, al frente de un listado de jóvenes que también empiezan a despuntar en el cante, el baile y la guitarra.
La última alegría para el flamenco local ha llegado este fin de semana desde La Unión, donde se celebraba la final de la LVIII edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, en la que se colaba la lucentina Araceli Campillos junto a algunas de las más importantes voces del flamenco nacional.
El concurso ha coronando con la Lámpara Minera a María José Carrasco, entregando el Bordón al guitarrista Agustín Carbonell "El Bola", el Filón al pianista Andrés Barrios y el premio Desplante al bailaor cordobés Hugo López en categoría masculina y a Mónica Iglesias en femenina.
Dentro de la categoría de cantes, la lucentina Araceli Campillos, junto a María del Carmen González, recibían el premio especial para jóvenes cantaores, dotado con 3.000 euros. Este premio, en el que pasa por ser el concurso flamenco más prestigioso e influyente de nuestro país, da fe de la evolución y la madurez alcanzada por Araceli Campillos, que se confirma como una de las grandes voces del flamenco actual, con una trayectoria cuajada de importantes premios y destacadas presencias en las finales de los certámenes más importantes de los últimos años.
Campillos, por méritos propios, ha dejado ya de ser una promesa del flamenco, para convertirse en una intérprete de primera línea gracias al trabajo y al estudio constante de los cantes, contando un curriculum envidiable pese a su juventud.
Enhorabuena.
