El inicio de unas obras municipales sobre el cauce del río Lucena, en el Puente de la carretera de Cabra, ha despertado la inquietud de los propietarios de naves y empresas de a zona, que vuelven a sentirse amenazados por una actuación de obras públicas que, aseguran, puede afectar negativamente a sus propiedades.
Los titulares de estos establecimientos señalan que no han sido informados de unas obras que les afectan y que suponen la construcción sobre la zona de servidumbre pública del cauce de un obstáculo físico que además limita la capacidad de evacuación del puente en situaciones de incremento del caudal por tormentas y puede ocasionar un cuello de botella, encauzando las riadas hacia la margen en la que se encuentran las naves, menos protegida que la contraria, en la que en su día se construyó un muro de hormigón de gran altura que ya fue también objeto de polémica.
Los empresarios consideran que esta situación acrecienta la erosión del talud sobre el que se asientan las naves y puede contribuir a poner en peligro su estabilidad, por lo que exigen la paralización de los trabajos tras haber denunciado la situación a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, cuyos técnicos visitaron ayer las obras.
Según los empresarios, desde el ayuntamiento solo se les ha indicado que el proyecto cuenta con el beneplácito y autorización explicita del citado organismo regulador, situación que ponen en duda.