Los problemas de desprendimientos que se han venido produciendo en esta zona en los últimos años se acentuaron en el pasado mes de diciembre, cuando se desplomó un importante tramo del muro de contención construido por el ayuntamiento de Lucena hace unos quince años para proteger el grupo de viviendas, cuyas traseras se encontraban a apenas unos metros del borde del cauce.
Desde ese momento los vecinos han vivido con miedo la situación, dándose la circunstancia de que el incidente incluso dejó atrapado un vehículo en una cochera, sin posibilidad de salir de la misma debido al desprendimiento.
Según explicó este martes el alcalde, Juan Pérez, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir anunció al ayuntamiento la adjudicación de las obras de restauración del talud a la empresa TRACSA, que ya ha adjudicado el suministro de las más de 3.000 toneladas de piedra que serán necesarias para construir una nueva escollera de unos 70 metros de longitud por 4 metros de ancho. Además el regidor lucentino manifestó que desde la Confederación se ha pedido a los vecinos tranquilidad, considerando que no parece probable que se produzcan nuevos desplomes del talud, que en algunas zonas ha quedado a apenas un metro y medio de las construcciones.
En cualquier caso, el pleno municipal del pasado martes aprobó por unanimidad una moción del grupo Ciudadanos instando a la Confederación a resolver esta incidencia con inmediatez.
Una vez que terminen las obras, el ayuntamiento deberá reconstruir el muro de contención derruido.